“Es un loco, un psicópata que no merece la libertad”, afirmó Romina Martínez. La familia del homicida, que vive en Garín, vinculó su conducta a un pacto umbanda.
Tras el asesinato de su abuela, su hermana y una de sus hijas, para Romina Martínez (26) no hay consuelo posible. Pero aún en pleno duelo la mujer se animó a dar declaraciones a varios medios, en las que contó cómo era la relación que había tenido con el homicida, Juan Carlos Cardozo (24), a quien consideraba “un loco, pero no para tanto”.
“Nunca lo creí capaz de algo así. Más que molestar, ir y venir a cada rato, no hacía otra cosa. Pero lo que hizo demuestra que es un loco, un psicópata que no merece la libertad, porque sabía muy bien lo que hacía”, contó la joven en sendas entrevistas que dio a los diarios Clarín y Muy.
“Me quería hacer daño a mí y terminó haciendo daño a todos. Si me mataba, me hacía un favor”, afirmó.
La joven contó que hizo varias denuncias contra su ex por violencia de género, pero que nunca recibió respuesta alguna. “Me pegaba, pero siempre fue más el daño psicológico. Me echaba la culpa de todo”, comentó.
Hace dos semanas había decidido separarse. “No aguantaba más y le dije que me iba. Mi papá se enteró y me trajo a su casa”, contó tras reconocer que lo consideraba “un loco, pero no para tanto”.
El triple crimen ocurrió este lunes 27 por la mañana, cuando Cardozo fue a buscar a Romina a la casa de su abuela, en Benavídez. Como no la encontró, se vengó con su abuela, su hermana y la nena de 6 años, hija de una relación anterior de Romina. Poco después fue detenido y al día siguiente confesó su autoría.
Ahora, Romina sólo pide Justicia. “Que no lo dejen salir haciéndose pasar por loco. Siempre supo lo que estaba haciendo y era consciente. Sólo eso les pido a los jueces”.
Cardozo vivía en Garín y era empleado de la Dirección de Pavimentación del Municipio de Escobar. Tras prestar declaración indagatoria en la mañana de este martes, fue trasladado nuevamente a una dependencia policial a la espera de ser derivado a una unidad carcelaria. Además, fuentes judiciales dijeron que el acusado será sometido a distintos peritajes psicológicos y psiquiátricos.
Admitió y detalló los crímenes
Juan Carlos Cardozo admitió frente al fiscal Jorge Fitipaldi haber asesinado a Nilda Ludovica Ham (76), María Florencia Martínez (15) y Marisol Martínez (6), la abuela, la hermana y la hija de su ex pareja.
Según las fuentes judiciales, Cardozo le contó al fiscal “detalladamente cómo asesinó a cada una de sus víctimas”, al tiempo que aseguró que estaba “muy mal” por lo que había pasado, informó Online-911
.A Hamm le dio tres puñaladas, y aclaró que fueron tres porque como la señora tenía puesta una campera “el cuchillo no entraba”. Después de matarla la llevó al baño, y enseguida se encontró con la pequeña María Sol, que se había despertado por los ruidos y como lo conocía no se asustó; él la saludó y cuando la nena se dio vuelta para volver a la cama, Cardozo contó que la ahorcó con el cable del teléfono. Al rato entró María Florencia, que le llevaba un medicamento a su abuela; cuando vio a Cardozo “se le avalanzó”, según contaron las fuentes, y tras un forcejeo el hombre le clavó dos puñaladas, una en el cuello.
Cardozo se fue de la casa, y poco después fue filmado por cámaras de seguridad del municipio de Tigre, lo que le permitió a la Policía identificarlo y detenerlo un par de horas después, cuando llegaba a la casa de su hermano, en Escobar.
“No era yo, no sabía lo que hacía”
Llorando ante las cámaras, los padres de Juan Cardozo le pidieron perdón a la familia de las tres mujeres víctimas que su hijo asesinó en Benavídez .
Tras la confesión del asesino, su mamá Nelly y su papá Andrés Cardozo contaron intimidades de la pareja y resaltaron que tanto su hijo como su nuera Romina “cambiaron desde que se metieron en la religión umbanda que lideraba el cuñado de Juan”.
“Les pido perdón por lo que hizo mi hijo”, repitió varias veces Andrés, quien aseguró que Juan “hizo un pacto con San La Muerte”.
En el mismo sentido, Nely contó que cuando vio a su hijo después del triple crimen y él le confesó: “No sé lo que hice, no era yo, no sabía”, mientras lloraba.
Sobre la personalidad del asesino, su padre negó que sea violento y usara armas o cuchillos, por lo que se mostró sorprendido por los crímenes y consideró que “el diablo entró en mi hijo y mató”.
Por otra parte, la madre, hermana y padre del asesino dijeron que Cardozo participaba de ritos umbandas y hablaron de “pactos con San La Muerte” y de rituales que involucraban la matanza de animales. Nelly, su madre, detalló: “Él había ahorrado para comprar un chivo negro para uno de esos pactos con San La Muerte”. Según los padres de Cardozo, el joven estaba poseído por deidades umbandas al momento de los hechos. “El diablo entró en mi hijo y mató”, expresaron.
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