Durante todo el mes, la reducción de la planta municipal ha sido uno de los temas más comentados en los círculos políticos de Escobar, donde, por cierto, desde que pasaron las elecciones no hay grandes conversaciones, si es que las había.
El caso es que nuevamente el Ejecutivo pasó la tijera por su sobrepoblada plantilla de empleados, que en la actualidad incluye más de dos mil nombres, según datos fehacientes. Los afectados dicen que la medida involucró a más de doscientas personas -“todos trabajadores, ningún ñoqui”, afirman-, mientras que el Intendente sostuvo que la cifra real es cinco veces menor a la vez que calificó de “vagos” a los despedidos.
“En la Municipalidad hay mucha gente que trabaja mucho y considera injusto que, a la hora de cobrar su salario, atrás de ellos haya gente que no tiene compromiso moral con el vecino, trabajan cuatro días por mes, se la pasan con licencia por enfermedad y cualquiera los puede ver realizando otras actividades. Esos trabajadores honrados son los que denunciaron a los despedidos”, manifestó Sandro Guzmán en declaraciones publicadas por la agencia Infoban.
El jefe comunal agregó que “la Municipalidad está para brindar servicios a los ciudadanos que la sostienen. Al despedir a los que no cumplen, estoy protegiendo el dinero del vecino escobarense y mejorando la capacidad operativa de las diferentes áreas. Además de corregir una injusticia, ya que sería muy injusto para la mayoría, que es la que cumple, que permitiera la permanencia de los que no les interesa ni el Municipio ni el vecino”.
En el mismo orden, Guzmán planteó que “la oposición se agarra de cuestiones ridículas para poner palos en la rueda: si despedimos a los que no trabajan somos insensibles, y si permitimos la existencia de ñoquis somos corruptos. Pero el ciudadano sabe que tengo razón, acá nos conocemos todos y descarto cualquier implicancia política partidista. No evaluamos teniendo en cuenta las simpatías políticas sino el rendimiento”, afirmó.
Si bien el Intendente aludió a “la oposición”, las únicas voces que públicamente se alzaron contra estos últimos despidos partieron desde la Agrupación Docente Almafuerte -actual conducción del gremio Suteba-, que ahora cuenta con una línea homónima de trabajadores municipales y advirtió sobre la posibilidad de implementar un plan de lucha con movilizaciones y toma de oficinas.
“No somos ladrones, funcionarios, ñoquis ni delincuentes. Somos simplemente trabajadores municipales que queremos volver a nuestros trabajos”, expresaron.