Fuerzas federales llegaron al distrito en plena conmoción por el caso Scaldafferro

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El resonante asesinato del joven Martín Scaldafferro en una entradera marcó un punto de inflexión, al  menos momentáneo, en el partido de Escobar. Mientras que miles de vecinos participaron el lunes de una marcha del silencio en reclamo de justicia y seguridad -habrá otra el viernes-, fuerzas federales desembarcaron en el distrito para reforzar la prevención y los controles en la vía pública.

Efectivos de Infantería, Gendarmería, Policía Federal y Aeroportuaria se encuentran desde el domingo realizando procedimientos en avenidas, calles céntricas y barrios. Oficialmente, tienen la misión de “atrapar a los responsables” del brutal crimen, ocurrido el pasado viernes. En la práctica, sin embargo, las fuerzas federales son vistas haciendo controles de rutina. Se desconoce por cuánto tiempo permanecerán en la zona, aunque la experiencia indica que este tipo de medidas se toman sin más finalidad que descomprimir la conmoción.

También se anunció que “en las próximas semanas Escobar recibirá al Grupo de Apoyo Departamental (GAD), que se instalará definitivamente para trabajar con las fuerzas locales”. Además, se desarrollará el programa provincial de oficinas policiales móviles, “que permite trasladar todo un destacamento de manera rápida y segura a los barrios de alta tasa delictiva”.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires concretó el lunes varios cambios en la cúpula de las fuerzas policiales: el comisario Carlos Vázquez Rosario asumió el control del Comando de Escobar, el comisario Adrián Spen en la comisaría de Maschwitz y Javier Solís como nuevo encargado del Gabinete de Prevención de Escobar.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad y Prevención Comunitaria modificó las zonas de patrullaje de la Policía Local y consiguió cuatro nuevos móviles para la Policía Bonaerense, según se informó desde el Municipio.

Además, la Comuna anunció que destinará una partida de $7 millones “para la colocación de videocámaras, la conectividad de las mismas y otros equipamientos de seguridad”, aunque esto ya estaba previsto en el marco de la segunda etapa del plan de seguridad local.