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Ante el desmedido crecimiento del comercio informal en ese lugar y los alrededores, el Municipio decidió tomar cartas en el asunto. Ahora solo quedaron los artesanos y revendedores con domicilio en el distrito.
Ante una situación que ya se estaba yendo de cauce y el creciente malestar de los comerciantes, el Municipio decidió ponerle freno a la descontrolada proliferación de manteros y vendedores ambulantes sobre la calle Rivadavia, la terminal de ómnibus y la plaza de la estación de Escobar, donde prohibió la reventa de artículos nuevos y la presencia de personas que no tengan domicilio en el distrito.
“Había una situación muy anárquica y por eso estamos tratando de ordenar lo que nosotros denominamos ‘economía de subsistencia’ con la mayor equidad posible, si es que existe esa palabra para una situación de este tipo», explicó el secretario general de Gobierno, Javier Rehl, sobre la situación de los manteros, que habían comenzado en 2014 como una feria americana semanal pero con el tiempo se convirtieron en un gran centro de venta informal a cielo abierto.
Así, como consecuencia de los operativos realizados por la Dirección General de Control de Inspecciones, a través de la Dirección General de Inspección de Comercio, la cantidad de vendedores informales se redujo aproximadamente en un 25%.
“Dejamos un punto fijo de inspección para evitar que vuelva la gente que corrimos y, además, supervisar que se cumplan las condiciones que acordamos con los manteros que quedaron: ser vecinos de Escobar, respetar el espacio asignado entre el andén y el Museo del Tren y no vender cosas nuevas, alimentos, animales, autopartes, electrodomésticos ni cosas truchas, como CD’s”, explicó Rehl.
“Hay una realidad social que uno no puede negar y la gente con la economía informal trata de llevar el día a día, pero la verdad es que no puede haber más venta de autopartes, herramientas y otros elementos que pueden venir de un posible delito”, analizó el funcionario.
Juntamente con los manteros que no reunían las mencionadas condiciones, también fueron retirados de la terminal, la calle Rivadavia y el sendero que comunica la avenida Tapia de Cruz con la estación aquellos vendedores que estaban en una situación similar. Incluso, en algunos casos había quienes comerciaban a metros de locales del mismo rubro, generando un perjuicio directo sobre vecinos que cumplen con todas las exigencias legales para desarrollar su actividad.
No obstante, la feria de manteros tendría las semanas contadas. Ya es oficial que el Municipio prevé desarrollar una intervención del predio -lo anunció el intendente Ariel Sujarchuk en la presentación de sus 600 días de gestión-, donde construirá un anfiteatro y un skate park, en el marco de un proyecto de remodelación para jerarquizar el principal espacio verde de la ciudad.
