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Zuculini avanza con la pelota en su debut con la casaca de Zaragoza.
Después de haber estado hasta el 30 de junio en Racing Club de Avellaneda, prestado por el Hoffenheim alemán, el mediocampista Franco Zuculini acaba de ser transferido al Zaragoza a préstamo por doce meses. Así, a punto de cumplir 21 años en septiembre, el escobarense ya se dio el gusto de jugar en Alemania, Italia y, ahora, en España.
Zuculini buscará en la “Súper Liga” la tan ansiada continuidad europea, algo que no logró ni en la Bundesliga ni en el Genoa, donde estuvo medio año, jugó cinco partidos y pocas veces fue titular. Zaragoza ya había estado interesado en el mayor de los hermanos, antes de que Franco pasara al fútbol italiano la temporada pasada.
El joven y aguerrido volante tendrá como compañero a otro argentino: Leonardo Ponzio (ex Newell’s y River), con quien compartirá la mitad de la cancha buscando la recuperación de pelota y el juego dinámico. Ponzio es ídolo del club y máximo referente del equipo, donde lleva siete años (no consecutivos) y 230 partidos entre 1º y 2º división. El DT del equipo es el “Vasco” Javier Aguirre y el volante surgido en Racing es el séptimo refuerzo de la institución, que ya incorporó a Edu Oriol, Abraham, Mateos, Juan Carlos, Juárez y Roberto; pero aún busca delanteros, el punto más débil del equipo, según los medios españoles.
El próximo domingo se jugará la 1º fecha de la Liga y Zaragoza visitará al Levante. Pero “Zucu” ya debutó con la camiseta blanca y azul este lunes, en el partido amistoso frente al Espanyol de Barcelona y como titular. El duelo terminó 1 a 1 y el local se impuso en los penales, quedándose con el trofeo Ciudad de Zaragoza.
Durante los 64 minutos que estuvo en cancha -fue reemplazado por Ortí-, el debutante expuso sus características: “abarcó muchos metros, fue solidario en las marcas y en los apoyos, pero pecó de confusión”, según publicó en su edición online el diario As de España, tras el encuentro jugado en La Romareda. Así se llama la cancha del Zaragoza, el nuevo lugar en el mundo de Franco Zuculini.
Por Javier Rubinstein
