Como ocurrió en casi todo el país, en el partido de Escobar la cantidad de personas heridas por el uso de pirotecnia durante los festejos de Año Nuevo se redujo un 40%. Fueron solo tres, en contraste con los cinco casos registrados oficialmente en 2018.
Los únicos heridos se atendieron en el Centro Oftalmológico Municipal de Garín. “Fueron menores que sufrieron chispazos de estrellitas, nada grave”, reportaron responsables del servicio a El Día de Escobar. En tanto, las guardias de la Unidad de Diagnóstico Precoz de la misma localidad y del hospital Erill directamente no tuvieron demanda relacionada a la manipulación de artefactos pirotécnicos.
Las razones de esta significativa merma están claras: por un lado, la mayor concientización lograda a través de las campañas en redes sociales y medios de comunicación sobre el perjuicio de los estruendos en personas autistas y mascotas; por el otro, la crisis económica, que hizo caer las ventas del sector en un 15%, según estadísticas oficiales.