La flamante directora admitió que el Erill se encuentra “en estado crítico” y que “no está dando las respuestas que la comunidad merece”. También habló de la relación con el Municipio y de la gestión de su antecesor, Carlos Ramos.
Los efectos por el cambio de gobierno en la provincia de Buenos Aires siguen llegando al partido de Escobar. Ahora le tocó el turno al área de Salud, más precisamente al hospital zonal “Dr. Enrique Erill”, que desde el 10 de febrero tiene a la doctora Fernanda Bigliani al frente de la dirección ejecutiva.
La sucesora del oncólogo Carlos Ramos, quien estuvo en el cargo desde 2008, es cirujana y hace 26 años que trabaja en el sanatorio escobarense desarrollando diferentes funciones: fue cirujana de guardia, jefa de guardia, jefa de emergencia y, antes de su nombramiento, jefa de la unidad de quirófano. Vive en Ingeniero Maschwitz y tiene consultorio en Belén de Escobar.
En el consejo directivo la acompañan como directores asociados los doctores Marcelo Castellano y Eduardo Morales, junto a la contadora Irma Quisi, que viene trabajando en la dirección contable del hospital hace ya varios años.
En su presentación en sociedad con El Día de Escobar, Bigliani ofreció un diagnóstico del panorama actual del Erill, evaluó la gestión anterior y trazó los objetivos de su flamante conducción: “Quiero tener un hospital abierto a la comunidad y responder a sus expectativas”, expresó. Además, respondió sobre la relación con el Municipio y las versiones sobre un supuesto apriete de Leandro Costa.
¿Cómo surgió su nombramiento?
Nuestro nombramiento surgió de una propuesta de los mismos compañeros del hospital, tanto profesionales como no profesionales. Primero hubo una selección de los compañeros que podían estar en condiciones, por trayectoria y por gestión, de hacerse cargo de la dirección. Después se hizo una elección democrática y se respetó ese resultado, donde los tres que fuimos elegidos representábamos a toda la población hospitalaria. Eso fue elevado al Ministerio a través de los sindicatos del hospital, inclusive, y de la Asociación de Profesionales, lo evaluó, nos pidió que hiciéramos un proyecto de gestión y, además, que presentáramos nuestros antecedentes curriculares. Les pareció satisfactorio y como corolario de todo eso fue la formación de la nueva dirección del hospital.
¿En qué estado se encuentra el hospital?
Está en un estado bastante crítico, como todos los hospitales de la provincia. Estamos sufriendo deterioros edilicios serios y diezmados en todo lo que es recursos humanos, que es muy importante, porque nos han quedado baches no solo de profesionales sino también de no profesionales y el hospital se hace con todos. Puedo tener un excelente médico, pero si no tengo un camillero, la secretaria y quien limpie, el hospital no puede funcionar institucionalmente. La verdad, tenemos baches en todos los sectores, así que estamos tratando de hacer un relevamiento de todas las necesidades básicas, que un poco también fueron las que motivaron nuestro proyecto de gestión y, por ende, estudiamos para hacer el diagnóstico de situación que presentamos al Ministerio.
En esa línea, ¿cómo evalúa la gestión de Carlos Ramos?
Creo que fue una gestión de compromiso. Conocemos al doctor Ramos desde hace muchos años, porque fue compañero nuestro en el hospital, al igual que sus asistentes, y han hecho muchas cosas con la mejor intención del mundo. Creo que han faltado recursos y, por lo tanto, han tenido los limitantes propios y lógicos de querer hacer cosas y no poder hacerlas por falta de insumos y de recursos. Algo que ahora nos está pasando a nosotros en cuanto a no recibir insumos, no tener recursos y cosas que tenés que ir subsanando día a día. Eso hace que la gestión, por más que uno tenga la mejor voluntad del mundo, no tenga la fluidez y continuidad que uno quisiera. Y creo que ellos se han encontrado con esas dificultades.
Justamente, ¿cuáles son las necesidades más urgentes y los problemas principales del hospital?
Sucinta y fundamentalmente, faltan recursos humanos en todos los sectores. Pensemos en el hospital como una institución transversal: necesitamos médicos, camilleros, enfermeros, todo. Principalmente, médicos en emergencia. Y cuando digo emergencia, no solo hablo de la guardia externa, sino también de los servicios de pediatría, toco-gineco, neonatología. También estamos con una situación caótica de bajas de enfermeras. Tenemos muchas menos de las que necesitaríamos y la verdad que hay que sacarse el sombrero, porque ellas se multiplican para hacer una tarea que deberían hacer cinco. Gracias a eso hay cosas que todavía se pueden sostener. En cuanto a lo edilicio, el hospital ha quedado chico, deteriorado, vetusto. Por ejemplo, tenemos filtraciones acuciantes en los techos y los sanitarios están en un estado deplorable, realmente.
Teniendo en cuenta lo dicho, ¿dónde va a poner foco su gestión?
En mejorar el hospital. Lo digo como un todo porque así tiene que ser. Este hospital es un hospital público, abierto a la comunidad y que tiene que darle respuestas. Soy consciente de que no le estamos dando respuestas a la comunidad como la comunidad merece. No quiero idealizar las cosas, quiero bajarlas al plano de lo real. De a poco ir cumpliendo objetivos, de básicos a más sofisticados, para que este sea un hospital de puertas abiertas. Para todos nuestros compañeros, sin importar la jerarquía, y para la comunidad.
La ministra de Salud bonaerense, Zulma Ortiz, anunció que destinará 1,2 millones de pesos a ocho hospitales que están “en estado hipercrítico”, dentro de los cuales está el Erill, para obras de infraestructura y optimización de equipamiento. ¿Tiene alguna novedad al respecto?
Tuvimos una reunión en el Ministerio el viernes 26 de febrero y se habló de este tema. No solamente que es cierto, sino que el relevamiento de sanitarios lo estamos haciendo en base a esa ayuda. Inclusive, ayer me llamaron para preguntarme cómo venía el relevamiento para que le mandemos el plan de obras y nos puedan empezar a mandar el suministro para hacer los arreglos. Como todos los hospitales están igual y deben asistir a todos, nos van a ir enviando la ayuda de forma progresiva, dijeron.
Entrando al terreno netamente político, ¿qué relación hay con el Municipio?
La relación que hay es la que realmente queremos tener, que es trabajar de manera articulada. La salud en el partido de Escobar es una: a vos como paciente no te importa si te va a atender el médico de la sala que es municipal o el médico del hospital que es provincial. Vos querés que te salven la vida. Todavía no tuvimos ninguna reunión porque no hubo tiempo, pero el Intendente nos llamó para felicitarnos por la nueva gestión y para ponerse a disposición de lo que pudiésemos necesitar. Es más, ya van dos o tres veces que el Municipio nos presta un móvil para hacer trámites en La Plata, porque el nuestro está averiado. La voluntad de mejorar es mutua.
Por otro lado, un medio local denunció que el referente de Cambiemos en Escobar, Leandro Costa, los había «apretado» a usted y a los otros directores exigiendo cargos para gente afín a él. ¿Esto es cierto?
No. Leandro Costa se acercó para presentarse y decirnos que, en lo que él pudiera darnos una mano, inclusive como vecino de Escobar, lo iba a hacer. Primero se reunió conmigo y a las 48 horas con los tres directores y nos ofreció su ayuda. Esta dirección lo que dice es: “¿Te vas a acercar para ayudar? Dale, vení”. Este es un hospital de puertas abiertas para todos.
Para finalizar, ¿cuáles son sus expectativas?
Poder tener un hospital abierto a la comunidad y responder a sus expectativas. Que la gente venga al hospital a atenderse, que quiera volver a atenderse y que le recomiende venir a otra persona porque, de una u otra manera, le van a solucionar el problema.
Por Damián Fernández