Se llamaba Bruno Ojeda, tenía 24 años y era padre de una beba. El accidente ocurrió el 8 de agosto. Estaba mejorando, pero sufrió una infección generalizada y murió. La familia culpa al maquinista por una supuesta mala maniobra.
Tras soportar varias operaciones y pelearla con todas sus fuerzas, este sábado al mediodía finalmente falleció en el hospital Erill el joven Bruno Ojeda (24), quien el 8 de agosto pasado había chocado con su motocicleta contra una máquina vial del Municipio en la esquina de Fructuoso Díaz y Bedoya, en la localidad de Garín.
Ya había salido del coma inducido, empezaba a hablar y todo parecía indicar que la historia iba a tener un final feliz. Pero la semana pasada, cuando los médicos intentaron que vuelva a alimentarse por sus propios medios, se le infectó un riñón, se lo extirparon y a los dos días sufrió una perforación intestinal.
Lejos de mejorar, la situación fue empeorando, el resto de los órganos sanos comenzaron a funcionar mal, hasta que una infección generalizada le puso punto final a su vida.
“El Flaco”, o «El Negro», como le decían sus amigos, era una persona muy conocida y querida en Garín. Vivía en el fondo de la casa de sus padres, en el barrio La Madrugada, junto a su mujer e hija de un año y medio, y trabajaba en una pinturería de Maquinista Savio. Fue justamente cuando se dirigía hacia allí con su motocicleta, el martes 8 de agosto, a las 15, que una máquina vial del Municipio se interpuso en su camino, no logró esquivarla ni frenar a tiempo y se estrelló violentamente contra la misma.
A partir de entonces comenzó su derrotero en el hospital Erill, donde fue trasladado de urgencia con severos politraumatismos. Y, paralelamente, sus familiares y amigos iniciaron dos campañas importantes en las redes sociales. La primera para solicitar dadores de sangre, ya que debió ser sometido a varias y constantes intervenciones quirúrgicas por su estado crítico. Y la segunda para buscar testigos del hecho que declaren ante la Justicia.
La familia Ojeda está convencida de que el accidente fue ocasionado por el conductor de la máquina vial -tipo tractor con pala, dijeron-. La información que manejan a partir de los distintos testimonios recabados en el lugar -no hay cámaras de seguridad- es que el empleado municipal habría girado peligrosamente en la esquina de Fructuoso Díaz y Bedoya, a dos cuadras del arroyo homónimo, y embistió de frente al joven, que conducía en dirección contraria.
También denuncian que el conductor se quiso escapar tras el choque y tuvo que ser interceptado por algunos vecinos. Pero eso no sería todo. “Al otro día, el padre se acercó al lugar y estaba el mismo hombre laburando con la misma máquina, como si no hubiese pasado nada. Después, logró hacer que secuestren la máquina”, contó a El Día de Escobar un allegado de la familia, quien no quiso revelar más detalles porque “un abogado ya está manejando todo”.