Falleció Juan Carlos Bertolotti, un emblema del comercio escobarense

La jornada de este jueves quedó marcada por una triste noticia para toda la comunidad escobarense: a días de haber cumplido 91 años, el comerciante Juan Carlos Bertolotti, dueño de la emblemática panadería que llevaba su apellido, falleció dejando un legado imborrable en la historia de la ciudad.

Nieto de los fundadores del centenario comercio, ubicado en la esquina de Asborno y César Díaz, cimentó casi toda su vida elaborando y vendiendo pan, pastas caseras y la clásica galleta marinera en el mostrador. Esa fue solo una de las funciones que cumplió desde sus inicios en el oficio, a los 20 años, hasta casi los últimos días de su vida.

El sueño y el legado de sus abuelos Místico y Rosa, que se instalaron en el país provenientes de Génova, y de su padre Emilio fue continuado por este vecino, casado con María Luisa Miliane hace más de seis décadas. Fruto de su matrimonio tuvo a sus hijas Betina y Belisa, que le dieron cuatro nietos.

A su vez, fue presidente del Club Independiente, candidato a intendente en 1955 y un importante actor de la vida del distrito a lo largo del tiempo. También participó de la fundación de la Cámara de Comercio de la ciudad.

“Siempre he tenido fama de ser un rezongón, desde joven fui renegado. En Escobar me quieren por la antigüedad, los que podían competir conmigo han ido desapareciendo y quedé yo solo”, contaba en una entrevista que la revista DIA 32 publicó en diciembre de 2013.

El haber dejado la carrera universitaria de Ciencias Económicas para ayudar a su padre en el negocio familiar fue un antes y un después en su vida. “La panadería Bertolotti es algo histórico, que nació con el pueblo. Somos una familia que trabajó toda su vida con honestidad”, afirmaba.

El producto insignia de la panadería fue la galleta marinera. “inimitable”, según Bertolotti: “Intentaron pero no lo lograron. Hasta la exportamos a Italia, igual que los tallarines”, contaba en ese reportaje.

Así como a él en algún momento le tocó tomar la posta, hoy son sus descendientes quienes continúan el legado familiar. Sin embargo, será difícil que su ausencia física no se note.