Invitado por cuarto año consecutivo a la cartelera del Festival del Encuentro, el cantautor escobarense Facundo Mocoroa se lució este sábado a la noche en el postergado cierre del evento y recibió una mención por el apoyo del público.
La última luna del 37º Festival de Música Popular Argentina de Baradero se vio devaluada porque la concurrencia al anfiteatro municipal estuvo lejos de los cierres de otras ediciones. Además, el brillo de los artistas principales no encandiló. Omar Moreno Palacios y Los 4 de Córdoba fueron los platos fuertes. Ambos factores se vieron potenciados por la interrupción del evento, cuyas dos jornadas finales estaban previstas para el 12 y 13, pero se debieron reprogramar por un caso de gatillo fácil que conmocionó a la ciudad.
Dentro de ese panorama, Mocoroa logró subir un escalón más en su camino al éxito. Cumplió una buena labor y se llevó la mención de “Artista consagrado por el público”.
Con un estilo personal y variado, el “Cufa” realizó un set de canciones que pasó de las chacareras “Donde alguien me espera”, “El color de la chacarera” y “La sachapera” al candombe de Jaime Roos “Amándote”, hasta una versión bien lograda de “Siguiendo la luna”, de los Cadillacs, acompañada por una compacta y efectiva banda.
El resto del festival
Omar Moreno Palacios, el cantor de los pagos de Chascomús, expuso junto a su guitarra un recorrido pausado y sereno de su canto y cuento de las cosas con historia.
En un marco de respeto y admiración, fue desgranando cada uno de sus relatos e interpretaciones en temas del estilo de “Nunca te dije nada”, “El negro Alado” y “Provincia de Buenos Aires”, convirtiendo al anfiteatro “Pedro Carossi” en un teatro.
Los Cuatro de Córdoba, con sus 46 años de trayectoria, regresaron al escenario “Abel Figueroa” para llevar el encanto de sus canciones que se colocan en los denominados “clásicos” del folclore popular argentino.
Con su sabia respuesta al cariño de la gente entonaron temas como “Luna cautiva”, “Pateando sapos”, “Del norte cordobés”, “Amigos míos me enamoré”, “Zamba para olvidarte” y “La Oma”, manteniendo así la magia de su vigencia a través del tiempo y la nostalgia.
La distinción de la cuarta y última jornada festivalera estuvo bien marcada en la actuación del bailarín y coreógrafo platense Iñaki Urlezaga, quien con la habitual calidad de sus cuadros realizó un espectáculo junto a su ballet donde el protagonista principal fue el tango en sus más variadas expresiones, desde lo más tradicional, hasta lo más moderno y vanguardista.
También tuvieron su momento y lo supieron manejar con sapiencia el violinista Jorge Gordillo, quien pobló de música santiagueña (zamba, gato, escondido y chacarera) el escenario, y la cantante de Bragado Sonia Vega, quien volvió a mostrar un estilo bien amplio basado desde composiciones folclóricas hasta lo latinoamericano.
Completaron la jornada: Valeria Cardozo, el buen y costumbrista Ballet Chivilcoy, Yamal, Mizarez, Gustavo Albornoz y los finalistas del Pre Baradero, Gastón Bordón, Benjamín Cipriam, Cantamérica, Coral Dúo y Carpediem, y el conjunto Los de Otro Tiempo, quienes habían obtenido la medalla de oro en los Juegos bonaerenses en el rubro “vocal abuelos”.
También se entregaron los premios correspondientes a la 37º edición, que recayeron en el murguero Ariel Prat y la cantante de tangos Marilina Mozzoni (consagraciones), el joven violinista tucumano Ivo Rodríguez y San Luis Tango (revelaciones), Facundo Mocoroa (consagrado por el público) y Benjamín Cipriam (mejor interpretación artística).
El festival de Baradero 2011 estuvo dividido en dos partes, ya que debió postergar su tramo final por la muerte del joven Lucas Rotella a manos de un policía.
En las primeras dos multitudinarias noches brillaron el Chaqueño Palavecino y Jorge Rojas como sus principales animadores, junto a Lázaro Caballero Moreno, Orquesta El Arranque, Mavi Díaz, Peteco Carabajal y Marían Farías Gómez, entre otros.