Durante tres horas, estudiantes universitarios de Escobar mantuvieron tomado el Palacio Municipal para exigir una audiencia con el intendente Sandro Guzmán. La presión surtió efecto, ya que los jóvenes se retiraron con la promesa de que el jefe comunal los recibirá dentro de ocho días.
El ingreso de los manifestantes al edificio Antonio Lambertuchi se prolongó desde las 13.30 hasta las 16.30. Antes, cuatro de ellos habían sido recibidos por el subsecretario de Obras Públicas, Héctor Giambuzzi, quien salió a ponerle el pecho al reclamo del edificio para el Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Nos dijo que se está gestionando con Nación un terreno del Patronato de la Infancia, en Maschwitz, y que de palabra todo estaba confirmado, pero no hay ningún papel. Y en cuanto a los impuestos, se lavó las manos, como (el secretario de Gobierno) Roberto Palau”, informó el estudiante Miguel Gaztañaga a sus compañeros al salir de la audiencia.
Disconformes, los jóvenes decidieron instalarse en el hall del Palacio Municipal hasta que les confirmen que Guzmán -ausente durante la jornada- los atendería. Mientras tanto, el bullicio de los cánticos y redoblantes hizo casi imposible la última media hora de trabajo en las oficinas administrativas.
Con el edificio ya cerrado, la espera estudiantil estuvo acompañada de mates y pizzas. Hasta que les informaron que el intendente los recibirá el próximo jueves 2 de diciembre, a las 14. “Nos dijeron que va a darnos un informe sobre las cuentas del presupuesto educativo”, señaló a El Día de Escobar Juan Martín Manghi, de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
En este aspecto los estudiantes venían insistiendo fuertemente para que hagan públicas las cuentas del Fondo Educativo Municipal, ya que desde el Ejecutivo sostienen que no hay recursos económicos suficientes para encarar la construcción del edificio universitario.
“Palabras impropias”
La movilización estudiantil tuvo punto de partida en la explanada de la Casa de la Cultura y durante las diez cuadras del trayecto estuvo envuelta en cánticos de tono fuerte que se repitieron frente a las puertas del Palacio Municipal y también adentro. “Si el edificio no está, qué quilombo que se va a armar” (al ritmo del Carnavalito), “Se va a acabar, se va a acabar, la corrupción en Escobar” y “Da la cara, la p… que te parió” fueron algunos de los más repetidos, que no cayeron nada bien en el seno del Ejecutivo.
“Nos dijeron que éramos unos irrespetuosos porque estábamos diciendo palabras no apropiadas contra el intendente. Es el colmo, no tienen cara, hace 60 días que estamos esperando una respuesta y nadie hace absolutamente nada”, protestó Sabrina Khran, de la FUBA. También megáfono en mano, otra de las jóvenes agregó: “Nuestras palabras no son impropias, lo impropio es esta gestión, que nos está estafando a todos”.
El reclamo por la construcción del edificio para el CBC escribió así este miércoles un nuevo capítulo de su larga historia, que por ahora sabe más de enfrentamientosDurante tres horas, estudiantes universitarios de Escobar mantuvieron tomado el Palacio Municipal para exigir una audiencia con el intendente Sandro Guzmán. La presión surtió efecto, ya que los jóvenes se retiraron con la promesa de que el jefe comunal los recibirá dentro de ocho días.
Los jóvenes tomaron el Municipio al no obtener respuestas concretas.
Durante tres horas, estudiantes universitarios y de escuelas secundarias del partido de Escobar mantuvieron tomado el Palacio Municipal para exigir una audiencia con el intendente Sandro Guzmán. La presión surtió efecto, ya que los jóvenes se retiraron con la promesa de que el jefe comunal los recibirá dentro de ocho días.
El ingreso de los manifestantes al edificio Antonio Lambertuchi se produjo a las 13.30 y se prolongó hasta las 16.30. Antes, cuatro de ellos habían sido recibidos por el subsecretario de Obras Públicas, Héctor Giambuzzi, quien salió a ponerle el pecho al reclamo del edificio para el Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Nos dijo que se está gestionando con Nación un terreno del Patronato de la Infancia, en Maschwitz, y que de palabra todo estaba confirmado, pero no hay ningún papel. Y en cuanto a los impuestos, se lavó las manos, como (el secretario de Gobierno) Roberto Palau”, informó el estudiante Miguel Gaztañaga a sus compañeros al salir de la audiencia.
Disconformes, los jóvenes decidieron instalarse en el hall del Palacio Municipal hasta que les confirmen que Guzmán -ausente durante la jornada- los atendería. Mientras tanto, el bullicio de los cánticos y redoblantes hizo casi imposible la última media hora de trabajo en las oficinas administrativas.
Con el edificio ya cerrado, la espera estudiantil estuvo acompañada de mates y pizzas. Hasta que les informaron que el intendente los recibirá el próximo jueves 2 de diciembre, a las 14. “Nos dijeron que va a darnos un informe sobre las cuentas del presupuesto educativo”, señaló a El Día de Escobar Juan Martín Manghi, de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
En este aspecto los estudiantes venían insistiendo fuertemente para que hagan públicas las cuentas del Fondo Educativo Municipal, ya que desde el Ejecutivo sostienen que no hay recursos económicos suficientes para encarar la construcción del edificio universitario.
“Palabras impropias”
La movilización estudiantil tuvo punto de partida en la explanada de la Casa de la Cultura y durante las diez cuadras del trayecto estuvo envuelta en cánticos con fuertes consignas que se repitieron frente a las puertas del Palacio Municipal y también adentro. “Si el edificio no está, qué quilombo que se va a armar” (al ritmo del Carnavalito), “Se va a acabar, se va a acabar, la corrupción en Escobar” y “Da la cara, la p… que te parió” fueron algunos de los más repetidos, que no cayeron nada bien en el seno del Ejecutivo.
“Nos dijeron que éramos unos irrespetuosos porque estábamos diciendo palabras no apropiadas contra el intendente. Es el colmo, no tienen cara, hace 60 días que estamos esperando una respuesta y nadie hace absolutamente nada”, protestó megáfono en mano Sabrina Krahn, de la FUBA. “Nuestras palabras no son impropias, lo impropio es esta gestión, que nos está estafando a todos”, adhirió Elizabeth Aguilera, de la Técnica Nº 1.
El reclamo por la construcción del edificio para el CBC escribió así este miércoles un nuevo capítulo de su larga historia, que por ahora sabe más de enfrentamientos que de acuerdos entre los estudiantes y las autoridades municipales.
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