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Recorrida. Tras la firma del acuerdo, Sujarchuk y López Medrano visitaron la sede de Envión en Savio.
El ministro provincial de Desarrollo Social visitó el distrito y firmó un acuerdo con el intendente para que el Municipio administre los fondos del servicio. Habrá auditorías de los gastos y controles sobre la calidad de los menús.
El intendente Ariel Sujarchuk y el ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, Santiago López Medrano, rubricaron este viernes un convenio por el cual el municipio de Escobar se suma al plan de mejoras al Sistema Alimentario Escolar (SAE) y luego recorrieron la sede del programa Envión en Maquinista Savio.
Durante el ciclo lectivo 2017, a modo de prueba piloto, 13 distritos bonaerenses participarán del plan de mejoras del SAE, que incrementará un 30% el presupuesto para las raciones que reciben 1,6 millones de alumnos de escuelas públicas de la provincia.
Además, el programa incluye una auditoría para controlar calidad y tamaño de desayunos, almuerzos y meriendas, la transferencia de los fondos de los consejos escolares a los intendentes y el diseño de un menú obligatorio para que todos los comedores garanticen un piso mínimo de nutrientes y calorías.
“Asegurar un buen plato de comida a nuestros chicos está por encima de cualquier color partidario. Si nuestros alumnos comen bien, seguramente estudiarán mejor y aprenderán más”, explicó Sujarchuk, quien en noviembre pasado acompañó en La Plata a la gobernadora María Eugenia Vidal durante el acto de presentación de este plan de mejoras al sistema alimentario escolar.
“Es muy grande el compromiso del intendente y del municipio de Escobar en respaldar este tipo de iniciativas de inclusión social que lanzamos desde la Provincia. Por eso elegimos al distrito para que participara de este plan, con el que buscamos mejorar la calidad de vida de millones de alumnos”, enfatizó López Medrano durante su visita.
Tras la firma del convenio, los funcionarios recorrieron en Maquinista Savio la sede del programa Envión, donde compartieron un almuerzo con los 250 chicos y chicas de entre 12 y 21 años en situación de vulnerabilidad social que participan en talleres para integrarse al sistema educativo y formarse en oficios, además de procurarles un espacio de afecto y contención.
