Como todos los 21 de septiembre, el aire se cargó de energía nueva en las calles de Belén de Escobar al ser copadas por adolescentes eufóricos que entre gritos, risas y espuma festejaron el Día del Estudiante y la llegada de la Primavera.
La plaza San Martín y el campito de la estación fueron los escenarios elegidos por cientos de adolescentes que entre música, baile y mate festejaron su día “como se debe”.
Las principales calles de la ciudad se vieron repletas de gente yendo y viniendo, formando largas colas en las veredas. A pesar de que los indiscutible protagonistas de este martes fueron los chicos, había también muchos adultos que entre trajes, horarios y trabajo se hicieron un tiempo para sentarse a tomar algo y observar un paisaje digno de admirar.
Seguramente solo se trata de una estación más del año -aunque la preferida de muchos- y a la que pronto se olvidará al venerar. Sin embargo, la alegría juvenil logró inundar las calles escobarenses dándole una firme batalla al cielo gris que se mantuvo amenazante pero sin animarse a atacar.
Una vez más se celebró el Día del Estudiante y el regreso de la Primavera. Una vez más, la capital nacional de la flor abrió sus pétalos mostrando su paisaje mejor.
Por Rocío Morale Otero
Como todos los 21 de septiembre, el aire se cargó de energía nueva en las calles de Belén de Escobar al ser copadas por adolescentes eufóricos que entre gritos, risas y espuma festejaron el Día del Estudiante y la llegada de la Primavera.
La plaza San Martín y el campito de la estación fueron los escenarios elegidos por cientos de adolescentes que entre música, baile y mate festejaron su día “como se debe”.
Las principales calles de la ciudad se vieron repletas de gente yendo y viniendo, formando largas colas en las veredas. A pesar de que los indiscutible protagonistas de este martes fueron los chicos, había también muchos adultos que entre trajes, horarios y trabajo se hicieron un tiempo para sentarse a tomar algo y observar un paisaje digno de admirar.
Seguramente solo se trata de una estación más del año -aunque la preferida de muchos- y a la que pronto se olvidará al venerar. Sin embargo, la alegría juvenil logró inundar las calles escobarenses dándole una firme batalla al cielo gris que se mantuvo amenazante pero sin animarse a atacar.
Una vez más se celebró el Día del Estudiante y el regreso de la Primavera. Una vez más, la capital nacional de la flor abrió sus pétalos mostrando su paisaje mejor.
Por Rocío Morale Otero
La plaza principal de Belén de Escobar estuvo poblada de adolescentes que se divirtieron sanamente.