El evento se llevó a cabo en el Club Italiano y contó con la presencia de rotarios de otras ciudades y autoridades locales, entre más de cien invitados.
El evento se llevó a cabo en la sede del Club Italiano y contó con la presencia de rotarios de otras ciudades y autoridades locales, entre más de cien invitados.
En el habitual clima de camaradería que caracteriza a estos encuentros, este jueves a la noche el Rotary Club de Escobar celebró su 60º aniversario con una cena para más de cien invitados en la sede del Club Italiano.
La organización de servicio, artífice de la Fiesta de la Flor y de la Escuela Técnica Nº1, actualmente está conformada por veinticuatro miembros y es presidida por Gabriela Ereñú, quien ingresó hace siete años. «Realmente es una alegría que me haya tocado estar al frente de Rotary justo en este momento», expresó a El Día de Escobar al término de la velada, con una mezcla de felicidad y alivio.
Entre los invitados estuvo el gobernador del Distrito 4895, Osvaldo Lazzatti, quien señaló que «cumplir 60 años es realmente loable», al tiempo que destacó «la ética, la solidaridad y el compañerismo» como los principales valores rotarios.
También participó del encuentro la diputada nacional Laura Russo, que felicitó a los rotarios escobarenses por estar «unidos y en mancomunión» durante tanto tiempo, «dando de sí, antes de pensar en sí, como dice el eslogan del club».
Además, excusó a su marido, el intendente Ariel Sujarchuk, por no estar presente en el evento, ya que a esa hora se encontraba supervisando los operativos en las zonas afectadas por el temporal. En nombre de ambos, donó una cocina industrial para Rotary, que elabora productos panificados y de repostería para comedores comunitarios.
En las mesas también hubo representantes de más de una decena de clubes rotarios y de diversas instituciones locales, como los presidentes de la Fiesta de la Flor, Tetsuya Hirose; del Club Italiano, Daniel Santeusanio; y de la Cámara de Comercio, Germán Pérez.
Tras la cena, la velada contó con un show de tango en la voz de Edgardo Cavagna y los exquisitos panqueques de Carlitos para el postre, con elaboración a la vista por parte del hijo de su creador, «Tony» Ciuffardi.
Actualmente el Rotary Club de Escobar colabora con el equipamiento del servicio de cardiología del hospital Erill a través de una subvención global y continúa con su programa de prevención y detección de problemas oftalmológicos «Ver para Aprender», en las escuelas primarias de gestión pública de la ciudad.
Hace tres años, con una subvención procedente de Italia, montó un taller de carpintería en la Escuela Técnica Nº1, donde se les enseña el oficio a chicos de escuelas especiales. También llevó a cabo la plantación de árboles en la granja terapéutica de APANNE y colabora con comedores comunitarios.
«Siempre tratamos de contribuir con la comunidad y ayudar a que las cosas estén mejor, en la medida de nuestras posibilidades», expresó Ereñú, quien dentro de dos meses cumplirá su mandato y le cederá la conducción de Rotary al pediatra Gustavo Fernández Navarro.
Cobertura fotográfica: Ricardo Pedersen
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