Tras encabezar un acto en la empresa automotriz Volkswagen, Mauricio Macri se reunió con una familia que había pedido conocerlo personalmente. Charló con ellos, probó las pizzas que elaboran juntos y escuchó sus historias de vida.
Alejandra Ayala y Julio Ramos vivieron este viernes un día inolvidable: el matrimonio recibió en su casa de Ingeniero Maschwitz la sorpresiva visita del presidente Mauricio Macri, a quien le habían manifestado su deseo de conocerlo personalmente. Lo más parecido a un sueño cumplido.
La pareja tenía una historia que contar y un agradecimiento para hacerle al jefe de Estado. El hombre trabajaba como operario de una empresa metalúrgica, pero en 2015 quedó en la calle. Entonces, empezó a elaborar pizzas caseras para eventos y potenció ese emprendimiento con herramientas de un programa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Además, hace unos meses recuperó su empleo por la reactivación que hubo en el sector, mientras que su esposa realiza servicios domésticos. Ambos, complementariamente, llevan adelante el emprendimiento gastronómico.
Ayala le había enviado una carta al presidente donde le contaba cómo habían podido superar estas adversidades y salir adelante. Al tiempo, desde la Casa Rosada la contactaron para decirle que irían a verlos para hacer un audiovisual con su historia. Ese día llegó este viernes, pero lo que no sabían era que al mismo tiempo recibirían en su casa nada menos que al primer mandatario.
Cuando lo vieron llegar, a los dos les brotaron lágrimas de emoción. El mismo Macri que minutos antes había encabezado un acto en la planta de Volkswagen Argentina, en la localidad de General Pacheco, donde realizó anuncios sobre nuevas inversiones en el país, ahora estaba ahí, charlando con ellos, haciéndole upa a la pequeña hija del matrimonio -Catalina (2)- y probando una pizza napolitana recién salida del horno.
“Le contamos que la cosa, por suerte, va mejorando cada día, que confiamos en él y que estamos profundamente agradecidos de que sea nuestro presidente”, expresó el jefe de hogar, todavía conmovido por haber recibido en su casa al presidente de la Nación.