Por Jorge A. Derra.
Me he tomado un tiempo para emitir opinión respecto de la obra realizada en el polideportivo y ha valido la pena.
No es mi intención caer en el gataflorismo atávico que da palos porque bogas y palos porque no bogas. Pero creo, sí, que surgen tres cuestiones importantes que deberían reportar: la primera, una explicación; la segunda, una corrección; y la tercera, un debate enriquecedor.
Veamos la primera: ¿Qué explicación considero necesaria? ¿Por qué el Municipio decidió encarar la obra del polideportivo como si arrancará de la nada? ¿Por qué decidió ignorar todo lo que había como si ese terreno hubiera sido un baldío inhóspito?
Esa actitud deducible de las diversas expresiones al respecto, más allá de que se inauguró algo que ya existía, sin hacer mención a lo anterior, es una enorme falta de respeto a mucha gente que trabajó para que el polideportivo existiera y que durante casi 20 años funcionara, aunque no siempre lo hizo de la mejor forma.
En ese polideportivo hubo épocas en que casi mil chicos participaban en torneos de verano y más de cuatrocientos durante el resto del año. El municipio de Escobar aportó fondos públicos para que se sentaran las estructuras fundamentales, pero muchas manos anónimas colaboraron, inclusive la de muchos chicos, sacando piedras, hierros y vidrios, para dejar la cancha en condiciones aceptables, y no se puede negar el aporte de los veteranos, que durante mucho tiempo jugaron campeonatos que financiaban las obras que se hacían y las actividades infantiles. Nada de eso se mencionó en la inauguración. Esa inveterada costumbre Argentina de arrancar siempre de cero, descalificando todo lo anterior.
A tal punto llegaron en el error, que decidieron cambiarle el nombre. Todos en Savio sabemos que el Poli se llamaba “Eva Perón”. Sin explicar porqué, las autoridades decidieron que ahora se llame “Juan Domingo Perón”. Y esto no es una disputa entre la memoria de uno u otra, es una actitud de desprecio a lo anterior, que debería merecer una excusa, al menos para la figura de la señora Eva Perón, una de las más entrañables, reconocidas y amadas por el pueblo argentino, a lo largo de la historia.
El segundo punto tiene que ver que hoy, a más de cuarenta días de aquella inauguración, la actividad en el polideportivo es nula, absolutamente nula. Nadie ha puesto ahí un pie para practicar deportes. Eso no impide que, sin embargo, todas las noches desde las 19 horas, hasta las siete de la mañana aproximadamente, es decir 12 horas continuas, más de cien reflectores de no menos de 400 wats cada uno permanezcan encendidos junto con unos 50 focos de 75 ó 100 wats.
Semejante derroche de energía es una verdadera falta de respeto para los habitantes de un país a los que todos los días se nos pide que hagamos un esfuerzo para ahorrar la energía que la Nación necesita para producir. Una bofetada en la cara para los tontos que nos ocupamos de apagar las luces del baño y la cocina, al margen que sería interesante saber quién pagara las facturas del consumo, que rondará 15000 KW mensuales, por lo que la factura bimestral no bajará de siete u ocho mil pesos.
Por último, una reflexión para salir de la discusión circular e inconducente de si el polideportivo es una obra suntuosa o una necesidad del pueblo de Maquinista Savio. En mi opinión, el polideportivo es una obra estéticamente hermosa, que mejora la presentación de una parte importante de nuestra localidad y que los savienses nos merecemos. Sin embargo, esta magnifica obra será un gasto suntuoso y elitista si el Municipio no acierta a implementar programas que difundan la práctica de los deportes para los cuales el polideportivo tiene instalaciones.
No es estrafalario una cancha de básquet en Savio si hay quien enseñe a jugarlo y lo mismo con el minigolf, el handball o el atletismo. Si se logran poner en práctica políticas deportivas activas que lleven el deporte a todos los pibes de Savio, el Poli será una inversión. Si sólo se pretende que lo utilicen aquellos que de por sí muestren interés, será una obra faraónica e inútil en su sentido social.
Jorge A. Derra
jorgederra@yahoo.com.ar
Concejal Frepaso (1999-2003), ex colaborador del Polideportivo “Eva Perón” y vecino de Savio desde hace más de cuarenta años.
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