En una jornada que la grey católica vivió con clima de fiesta, la cocatedral Natividad del Señor recibió por primera vez este sábado 8 a la tarde la visita del nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, quien celebró la misa del Día de Inmigrante ante un templo colmado por representantes de distintas colectividades y feligreses en general.
Desde hace tres años que la diócesis de Zárate-Campana celebra esta efeméride con distintos actos y la culminación con la eucaristía el sábado más cercano (el Día del Inmigrante se conmemora el 4 de septiembre). Y en este caso se eligió a la parroquia de Belén de Escobar por ser una ciudad habitada por varias comunidades de otros países, además de contar con la iglesia más grande de la diócesis.
En ese marco se desarrollaron diversas actividades de las que participaron representantes de las colectividades establecidas en el distrito, entre ellas las de Japón, Bolivia, Portugal, Italia y España, así como también de otros municipios vecinos. Por caso, la sociedad suiza de Baradero y su par de Israel de Campana. También asistieron abanderados de las escuelas católicas del partido de Escobar y de comunas cercanas.
Durante el desarrollo de la jornada, que incluyó diversos actos típicos, se mantuvo cerrada al tránsito vehicular la avenida Tapia de Cruz, frente a la cocatedral, donde antes y después de la celebración litúrgica hizo su participación la juvenil orquesta de vientos “María Madre Nuestra”.
El representante diplomático del Vaticano en nuestro país, quien desde marzo reemplaza a monseñor Adriano Bernardini, estuvo acompañado en el altar por el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, con quien compartió la celebración eucarística, el cura párroco Albino Cabral y 25 sacerdotes de distintos lugares de la diócesis. También participó del acontecimiento el intendente Sandro Guzmán, quien le entregó al prelado suizo un decreto municipal enmarcado y firmado por él en el cual lo declaró “Huésped Ilustre” de Escobar.
Al concluir la celebración, el nuncio, el obispo y los concelebrantes se detuvieron ante la imagen de la Virgen “del Buen Ayre” -patrona de los navegantes, inmigrantes e itinerantes-, que fuera colocada en 2010 en la capilla lateral de la iglesia, a quien le dedicaron un cántico de salutación. Tras ello, monseñor Tscherrig recorrió la nave central bendiciendo y saludando a todos los presentes. Antes de retirarse descubrió una placa alusiva en el muro frontal del templo y después se dirigió junto a la comitiva al instituto Santa María, donde se llevó a cabo un ágape que se extendió hasta alrededor de la medianoche.