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Mauro Martínez tuvo uno de los mejores desempeños de la Selección Argentina, con un 26º puesto en la prueba de salto.
El deportista escobarense Mauro Martínez participó de la 44º edición del Mundial de Gimnasia Artística que se disputó en la ciudad de Amberes, Bélgica, desde el 30 de septiembre hasta el 6 de octubre, donde formó parte de la Selección Argentina, conocida como “Las Aguilas”.
El torneo contó con los mejores exponentes de cada continente y la competencia fue muy dura para los argentinos.
Mauro intervino en tres aparatos, ya que esta vez también le sumó anillas a su rutina, y en esa especialidad fue en la que quedó más relegado: 113º, con un promedio de 12,23 puntos. En suelo terminó bastante más arriba, fue 61º, sumando 13,90 unidades; y donde más se destacó fue en salto, allí quedó 26º del mundo, con un promedio de 14,19, dividido en una serie de 14,43 y otra de 13,96 puntos.
En ninguno de los aparatos el escobarense pudo pasar a la final, donde solo accedía un selecto grupo, el de los mejores 8 gimnastas. En All Around, el conjunto de los seis estilos juntos, los finalistas eran 24.
Federico Molinari, Nicolás Córdoba, Osvaldo Martínez Erazun, Sebastián Melchiori, Mauro Martínez y Andrés Areán fueron los representantes de Las Aguilas y ninguno pudo pasar el filtro de la serie clasificatoria. Ni siquiera Molinari -finalista olímpico en 2012- pudo hacerlo, ya que terminó 11º y no le alcanzó para aspirar a un lugar en el podio.
Por su parte, Melchiori fue 33º en suelo, siendo el tercer argentino mejor ubicado, detrás de Molinari en anillas y Martínez en salto.
A nivel general, el Mundial dejó como saldo la victoria de Japón como el país que más preseas doradas ganó entre mujeres y varones, con 7; mientras que Estados Unidos fue el que más consiguió en total, con 12 medallas. En el top 10 de ganadores figura un solo sudamericano, Brasil, que a través de Arthur Nabarrete cosechó un oro en anillas y se ubicó en el 5º lugar de la tabla.
Un gran Mundial, de elite, que les dio más experiencia a los gimnastas argentinos y los motiva a seguir entrenando duro para continuar evolucionando.
Por Javier Rubinstein
