Después de la derrota de entresemana contra la UAI Urquiza, Armenio tenía la imperiosa necesidad de volver a ganar este domingo para no sepultar definitivamente su ilusión de pelear por el segundo ascenso al Nacional B. Claro que la tarea no era para nada fácil, porque enfrente tenía a Deportivo Morón, que también sueña en grande y llegó al estadio de Ingeniero Maschwitz decidido a llevarse los tres puntos.
El duelo, que se podía imaginar cerrado, terminó resolviéndose en el primer cuarto de hora. Porque la defensa del local entró a la cancha sin despertarse de la siesta y el siempre picante Damián Akerman no dejó pasar la oportunidad para facturar por partida doble, a los 4’ y a los 12’.
El verde del barrio San Miguel intentó reaccionar, pero ninguno de todos sus intentos sirvió siquiera para lograr el descuento. Encima de no contar con la carta goleadora de Leonardo Ramos, Federico Pacheco no estuvo fino en las que tuvo de cara al arco.
Con esta segunda derrota consecutiva, Armenio prácticamente se despide de cualquier chance de llegar al Reducido, por más que las matemáticas aún le dejen una mínima luz de esperanza (quedó a 11 del quinto puesto y queden 18 puntos en juego). Los seis compromisos que le quedan deberá afrontarlos con la idea de terminar lo más arriba posible en la tabla y de seguir alimentando su promedio, para no tener sorpresas en la próxima temporada.
Morón, en cambio, se fue de Maschwitz con el ánimo por las nubes. Los cientos de hinchas que viajaron desde el Oeste hasta el estadio de la ruta 26 para acompañar al Gallo se volvieron felices y con sobrados motivos: el equipo llegó a 54 puntos, quedó 4º y se entusiasma con pelear el ascenso al Nacional B.