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Estuvo dos meses en el hospital Ramón Carrillo, donde ingresó tras haber sido baleado en un intento de robo que le dejará graves consecuencias.
El ex futbolista, tras recibir el alta médica.
El ex futbolista Fernando Cáceres fue dado de alta este martes del hospital Ramón Carrillo, donde permaneció internado más de dos meses luego de haber sido baleado en la cara el 1° de noviembre pasado, cuando quisieron robarle su auto, en la localidad bonaerense de Ciudadela.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó esta tarde en un comunicado de prensa que el ex defensor de la Selección Nacional “fue dado de alta hoy al mediodía” en el centro médico de Tres de Febrero.
Cáceres fue visitado esta mañana por el ministro de Salud Alejandro Collia, tras lo cual el futbolista “fue trasladado al instituto Fleni de Escobar, donde iniciará un prolongado tratamiento de rehabilitación”, indicó el comunicado.
El ex defensor resultó herido de un balazo en la cabeza cuando varios delincuentes quisieron robarle su BMW durante un asalto en Ciudadela y la víctima intentó escapar.
De acuerdo a los médicos, Cáceres tendrá consecuencias irreversibles tras el episodio sufrido. En principio, perdió el ojo derecho y la audición de su oído derecho está severamente afectada.
En tanto, se esperan los resultados del tratamiento de rehabilitación para ver cómo será su motricidad y su funcionamiento cerebral.
El caso
Cáceres, de 40 años y ex jugador de River, Boca y el seleccionado nacional, entre otros, fue atacado por delincuentes el 1° de noviembre de 2009 cuando manejaba su automóvil, acompañado por una mujer. Uno de los asaltantes le disparó en la cabeza y el balazo le perforó el ojo derecho y parte del hemisferio cerebral derecho.
Por el ataque, el juez de Garantías del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Martín, Carlos Gallardo, dictó la prisión preventiva a los tres adolescentes imputables que fueron detenidos.
Según fuentes judiciales, la medida recayó sobre los menores identificados por sus apodos de “Toto”, de 16 años; “Chanchi”, de 17; y “Caqui”, de 17. Mientras que, respecto del chico de 15 años imputado, el magistrado no lo entregó a los padres y ordenó una medida de seguridad.
