La docente Claudia Ávila se mostró abatida por el asesinato de su hijo, pero confiada en la investigación. “Pienso que los van a encontrar”, expresó en declaraciones a El Día de Escobar.
Como cualquier mujer que pierde a su hijo, Claudia Ávila se encuentra abatida como nunca antes en su vida. Sin embargo, este miércoles pudo reunir todas sus fuerzas para salir del encierro doméstico y encabezar la marcha que se realizó hasta la comisaría de Garín para que se esclarezca el brutal asesinato de Roberto Colombo, ocurrido el domingo a la madrugada.
“Estoy agradecida infinitamente a todos los que vinieron en este día tan horrible a acompañarnos a mí, a mis hijos y a toda la familia, que está destruida”, expresó, con un indisimulable nudo en la garganta, mientras desandaba el camino por la avenida Belgrano, luego de la manifestación en la seccional policial.
El recuerdo de Roberto es una herida abierta que todavía sangra. “Todos los que lo conocían dicen que era un muchacho muy bueno. Le gustaba salvar a los vecinos, era amable y se hacía querer rápido. Lo voy a extrañar muchísimo”, apuntó, con el dolor a flor de piel.
“Era una persona de gran corazón. No tomaba, no fumaba y tampoco estaba relacionado con las drogas. Era un ser muy bueno”, concluyó sobre su hijo mayor, quien tras un frustrado paso por la Técnica de Belén de Escobar, había finalizado sus estudios secundarios en la Técnica N°3 de Benavidez, donde se recibió de técnico en informática. Igual, se ganaba la vida de otra forma.
“Era herrero, le gustaba hacer espadas y cosas medievales -al momento de su muerte habría tenido puesta una cota de malla fabricada por él mismo-. Y también trabajaba de albañil”, detalló la mujer, conocida en Garín por su labor docente en distintos establecimientos públicos.
Cuando El Día de Escobar la consultó sobre la causa judicial, afirmó que la Policía “está trabajando” y prefirió no brindar más detalles para no entorpecer la investigación, aunque sí pidió la colaboración de los vecinos del barrio Parque Norte, el lugar donde ocurrió el brutal crimen el domingo a la madrugada.
“Aquellos que saben algo y quieren dar testimonio, sepan que su identidad va a estar totalmente reservada. Ya sé que nadie vio nada, pero los que escucharon algo, no tengan miedo de hablar, porque su identidad va a ser preservada. De esa manera, ayudan a la causa”, aseguró, al mismo tiempo que instó a dirigirse a la Ayudantía Fiscal de Garín -Presidente Perón 869-, a cargo de la doctora María Celia Serrano.
Al respecto, trascendió en las últimas horas que los asesinos del joven ya están identificados. Son dos hermanos y vivirían en el mismo barrio que la víctima. Esa noche habrían cometido un raid delictivo en la misma moto con la que fugaron tras atacarlo a balazos. Ya hubo allanamientos, pero sin resultados.
“Quiero pensar que los van a encontrar, porque si no me hace mal a mí también. Pero, bueno, vamos a ver. Ojalá que haya justicia y que queden presos”, concluyó Ávila, con el dolor de una madre que acaba de perder su bien más preciado: un hijo.
Por Damián Fernández