La empresa asegura que esta nueva usina permitirá dar un “servicio adecuado” a los usuarios de esa localidad, Savio y Maschwitz. El proyecto también prevé tres kilómetros de electroductos, desde la calle Beliera hasta la Panamericana.
A pesar del rechazo inicial de los vecinos, la empresa Edenor sigue adelante con la construcción de una subestación eléctrica en la localidad de Garín. Con ritmo dispar pero continuo, la obra se está llevando a cabo en un terreno ubicado sobre la calle Beliera.
Desde la compañía aseguran que la puesta en servicio de esta nueva terminal asegurará un abastecimiento de mejor calidad a los clientes existentes y futuros de tres localidades del partido de Escobar: Garín, Maquinista Savio e Ingeniero Maschwitz. Y también a Benavídez, perteneciente al partido de Tigre.
“La zona de influencia de esta nueva subestación cuenta gran cantidad de clientes residenciales y grandes clientes de tipo industrial y comercial. Además, nuevos emprendimientos industriales y comerciales podrán ser abastecidos en condiciones adecuadas”, afirma el ingeniero Pablo Cabral, subgerente de Coordinación Técnica y Medioambiente de Edenor, en un comunicado.
“Esta obra permitirá descargar esencialmente las subestaciones Maschwitz, Benavídez, Del Viso y Tortuguitas, y la conformación de nuevas redes de distribución en media y baja tensión para el abastecimiento de más de 40.000 usuarios residenciales, comerciales e industriales”, detalla el directivo de la empresa.
Este proyecto había sido anunciado a fines del 2016 (ver nota acá), cuando la compañía eléctrica -recientemente adquirida por el grupo de los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano- firmó un convenio con el Municipio. Fruto del acuerdo, el Ejecutivo cedió un terreno de la calle Beliera, entre Francia y General Paz, en el barrio Cri Cri, para llevar a cabo la obra.
En ese momento, desde el Municipio anunciaron que la subestación permitiría “mejorar el suministro de energía de Ingeniero Maschwitz, Garín y Maquinista Savio”, además de “aliviar las prestaciones de las subestaciones existentes en el resto del partido”.
A pesar de que solucionaría un problema recurrente y de larga data como es el deficiente servicio eléctrico de la localidad, la comunidad de Garín está dividida con respecto a la nueva subestación. En marzo, decenas de vecinos protestaron frente al predio contra la deforestación que se realizó para iniciar la obra (ver nota acá).
“Se talaron eucaliptos centenarios y otros tantos árboles, desmontando el lugar, que quedó totalmente desierto”, lamentó en aquel entonces uno de ellos, en declaraciones a El Garinense.
Algunos vecinos también asocian la subestación a una usina de contaminación. “Nos dijeron que esto no hace nada, pero nosotros sabemos que esto contamina porque produce electromagnetismo, que afecta la salud de las personas a nivel celular, provoca cáncer y leucemia en los niños también”, sostuvo otra persona.
Ante esos reclamos, el Municipio emitió un comunicado para calmar las aguas en relación al potencial peligro del emprendimiento. “Exigiremos los controles periódicos, tanto del nivel de ruido de los transformadores de potencia como así también de las emisiones del campo electromagnético, para que respeten los límites establecidos por la norma IRAM 2437, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la resolución 77/98 de la Secretaría de Energía de la Nación”.
“Dicha obra civil estuvo siempre habilitada, porque el crecimiento demográfico del distrito necesita imperiosamente de nuevas fuentes de distribución de energía eléctrica”, señaló el comunicado oficial, difundido en marzo.
Por lo pronto, los trabajos en la futura subestación de Edenor comenzaron hace varias semanas y avanzan con intermitencias. Ya se niveló el suelo y se construyeron las paredes perimetrales. El plazo de ejecución no se anunció.
Ficha técnica
El proyecto de la nueva subestación de Edenor consiste en la construcción de un edificio con dos transformadores de 132/13,2 kV, de 40 MVA cada uno, que alimentarán a un tablero de 13,2 kV. Este último estará formado por dos secciones, de 9 salidas de media tensión cada una.
Para la maniobra y protección de los transformadores se utilizarán interruptores y seccionadores de 132 kV aislados con aire, contando con un sistema de protección, maniobra y auxiliares en baja tensión asociado a estas funciones.
Los trabajos se complementarán con un sistema de comunicaciones, que permitirá monitorear su funcionamiento desde el centro de control de la compañía.
El proyecto también prevé la construcción de dos electroductos de cable subterráneo de 132 kV de 3.000 metros cada uno. Servirán para vincular la flamante subestación con las líneas aéreas que se encuentran a la altura de la autopista Panamericana.
Por Alejo Porjolovsky
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