Profesionales del sanatorio provincial reclaman a la gobernadora por la falta de personal en diversas áreas y las condiciones en las que trabajan. “¿Qué queda de su humanidad y el amor de sus discursos?”, le plantean.
Al límite. Afirman que el personal apenas cubre la mitad de la plantilla necesaria para una atención adecuada.
Profesionales del sanatorio provincial reclaman a la gobernadora por la falta de personal en diversas áreas y las condiciones en las que trabajan. “¿Qué queda de su humanidad y el amor de sus discursos?”, le plantean.
Que la situación del hospital provincial Enrique Erill sea crítica -como mínimo- no es ninguna novedad. A las falencias edilicias del paso de los años, también hay que sumarle la falta de personal en especialidades claves, atrasos en el pago de las guardias y una demanda cada vez mayor
Ante estas y otras dificultades con las que deben lidiar diariamente, los profesionales agrupados en la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (CICOP), la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) y la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma (CTA-A) publicaron en las redes sociales una carta abierta dirigida a la gobernadora María Eugenia Vidal.
“Este es el único hospital público en veinte kilómetros a la redonda. Este año, los bajos salarios y las difíciles condiciones de trabajo han provocado 12 renuncias de médicos y médicas de guardia. Los puestos vacantes no se cubren, se sobrecarga nuestro trabajo y los pacientes no reciben todo el cuidado que se merecen”, afirman.
A su vez, cuestionan al Ministerio de Salud provincial por no disponer de los cargos necesarios para brindar una atención adecuada. Señalan que “la guardia del tiene solo el 50% de los puestos indispensables de emergencias. Faltan clínicos, cirujanos, traumatólogos, intensivistas, pediatras, tocoginecólogos, neonatólogos y psiquiatras, como también enfermeras para cuidar a los pacientes, técnicos para diagnosticar enfermedades malignas y administrativos para que funcione”.
“Las mujeres embarazadas y sus hijos quedan a su suerte si el día del parto está incompleto el equipo de especialistas de la maternidad y la terapia neonatal. Los recién nacidos y sus madres corren riesgo de vida, puesto que los sistemas de derivación no funcionan adecuadamente”, manifiestan.
Además, remarcan que hace meses vienen denunciando que el edificio está “sucio” por falta de personal de limpieza, lo cual “provoca el aumento de infecciones intrahospitalarias y aumenta el riesgo de muerte en pacientes internados”.
“Gobernadora Vidal: ¿qué queda de su humanidad y el amor de sus discursos para cuando llega un bebé a este mundo y no tenemos cómo cuidarlo? ¿Qué le podemos ofrecer a los padres de un niño accidentado cuando no hay un pediatra para atenderlo?”, concluye la carta.
Por Alejo Porjolovsky
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