Dos bailarines escobarenses vuelven a subirse al mítico escenario de Cosquín

Desde el sábado pasado y hasta este domingo, la ciudad de Cosquín, al oeste de la provincia de Córdoba, es el epicentro de la cultura argentina con su imponente festival de folklore. Una celebración por la que pasan artistas de gran trayectoria y que, en esta edición, vuelve a tener entre sus participantes a dos bailarines del partido de Escobar: Mauro Dellac (27) y Eliana Santillán (35).

Ambos ya saben lo que es actuar ante la multitud que cada noche se da cita en la plaza Próspero Molina. Santillán lo viene haciendo desde hace diez años, mientras que Dellac tendrá su tercera oportunidad.

La bailarina escobarense integra el ballet oficial Camin, que sale a escena diariamente para inaugurar cada nueva noche bailando el Himno a Cosquín.

“Ser parte del festival me hace sentir muy afortunada. El sueño de todo bailarín folklórico es poder pisar este escenario, por todo lo que representa”, le cuenta a El Día de Escobar desde suelo corbobés.

“Dejamos muchas cosas de lado para estar acá, pero lo que el escenario de Cosquín te devuelve creo que lo justifica todo. Es mágico”, afirma.

Santillán local ya lleva una década siendo parte del popular festival folkórico. Así y todo, eso no quita que sienta algo de nervios cada vez que le toca salir a escena. “Estar en este lugar, que es histórico, iniciar el encuentro con grandes figuras nacionales y saber que todo el país está del otro lado de la pantalla, genera un poquito de ansiedad”, admite.

Por su parte, Dellac llega al evento gracias a su triunfo en el Pre Cosquín, donde representó al municipio de José C. Paz. Oriundo de Maquinista Savio, desde chico se destaca bailando malambo y por tercera vez se presentará como solista en la plaza Próspero Molina.

“No me tenía fe para ganar. Sí, creí que iba a hacer un buen trabajo, porque hace rato venimos ensayando. Todo se fue dando a medida que el tiempo iba pasando y cuando llegás a la final apuntás a dar lo mejor”, sostiene desde la ciudad cordobesa al hablar de su clasificación.

“Significa mucho para mí estar nuevamente acá. Es un escenario totalmente mágico, que te exige año a año ir de la mejor manera, crecer como artista y como persona. Para un folklorista, Cosquín es lo más grande que hay”, asegura, convencido.

A los 16 años comenzó a participar en diferentes categorías del festival. Primero fue en el rubro pareja estilizada, luego incursionó en el malambo en conjunto y ahora le tocará hacerlo solo sobre el escenario.

A su vez, cada año se prepara fuertemente para participar en el Campeonato Nacional de Laborde, Córdoba, donde se premia a los mejores malambistas del país y él ya supo terminar entre los cuatro mejores.

Pero su presente está en la séptima luna del festival de Cosquín -este viernes-, donde compartirá escenario con Raly Barrionuevo y Pedro Aznar, entre otros. “Aún no tengo palabras para describir lo que significa estar acá. Quizás esta noche caiga, ¿no?”, finaliza, expectante.

Una pareja escobarense quedó en la puerta de Cosquín

Otros dos escobarenses estuvieron muy cerca de clasificar al clasificar al Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Se trata de Cristian Cabral y su hermana María del Rosario Cabral, quienes participaron de la final del certamen en el rubro pareja estilizada y lograron el 15º puesto.

“Lamentablemente no pudimos ganar el premio mayor, pero los puntajes de parte del jurado fueron muy buenos. La idea es trabajar durante el año y volver a presentarnos en 2020”, afirma Cristian, quien también es el director del Ballet de Jesús.

Por Alejo Porjolovsky