Flamante jefa distrital de Inspección, sostiene que “en todos los niveles educativos hay grandes avances y grandes obstáculos”. Y afirma que “en Escobar hubo un estado de hibernación, pero hoy estamos despertando”.
Todavía falta bastante para el 10 de diciembre. Sin embargo, en Escobar ya se empiezan a mover piezas en el tablero oficial. Es el caso de la Jefatura de Inspección Distrital, donde semanas atrás asumió la conducción la docente Diana Yacuzzi.
Profesora y licenciada en Ciencias de la Educación, hace 26 años que ejerce la docencia en diversas escuelas del distrito y desde 2007 hasta su reciente nombramiento -el pasado 13 de julio- se desempeñó como inspectora de nivel secundario. Por todo esto, y su afinidad al proyecto nacional, fue ungida por el candidato a intendente Ariel Sujarchuk para conducir los hilos de la educación en el plano local.
En su presentación en sociedad con El Día de Escobar, Yacuzzi trazó un pantallazo de su mirada sobre la coyuntura actual, explicó sus funciones y esbozó las expectativas de su flamante gestión: “Hay mucho trabajo porque hay necesidades en todos los niveles, pero se viene un tiempo esperanzador”, afirmó.
¿Cómo se da su nombramiento en la Jefatura de Inspección Distrital?
La verdad es que se dio inesperadamente. Uno en la carrera se va haciendo de experiencia, proyectos y demás, y estaba la posibilidad de que esto en algún momento se diera, pero fue de una manera mucho más rápida de lo esperado. Estos desafíos uno los tiene que tomar o dejar. Y yo lo tomé.
Este cargo no se concursa como, por ejemplo, cualquier hora docente. ¿De qué manera fue designada?
El cargo de inspector jefe distrital es un cargo político. O sea que hay que tener alguna articulación con alguien que esté en las esferas de la política, o que tenga que ver con un reconocimiento que pueda venir de la misma Dirección de Inspección General de la Provincia. En mi caso, de alguna manera mi nombramiento viene acompañado por Sujarchuk, que es uno de los referentes que eligió que pudiera trabajar en esta función.
Por lo dicho, siempre tuvo la ilusión de llegar a este cargo…
Siempre me gustó hacer más y este es un cargo que me permite hacer más en el distrito. No por una ambición de poder sino para cambiar cosas que desde el área en que me desempeñaba, en Secundario, no podía. La conducción siempre me gustó y tengo algunas fortalezas al respecto: capacidad de trabajo y posibilidad de trabajar en equipo. Después, todo lo demás está para aprenderse.
¿Cuáles son las funciones generales del Jefe Distrital?
Es el que tiene a su cargo todo el equipo de inspectores del distrito (Inicial, Primario, Secundario, Adultos, Artística, etcétera). Con ese equipo trabaja en los distintos niveles y modalidades en relación a educación. Pero es también el actor que difunde, socializa y articula con los distintos ámbitos: Municipio, Consejo Escolar, organizaciones gubernamentales, ONG’s y demás, buscando enriquecer el trabajo en función de mejorar la trayectoria de los chicos en las escuelas.
¿Cuáles son los niveles que peor y mejor están?
En todos los niveles y modalidades tenemos grandes avances y grandes obstáculos. No puede decirse que haya uno mejor o peor que otro. El tema de infraestructura los atraviesa a todos: necesitamos más jardines, más primarias, secundarias y un centro de educación de adultos. En realidad, los espacios son escasos. Por ejemplo, tenemos una matrícula de más de dos mil chicos que no pueden ingresar al jardín de infantes porque no tienen salas. Necesidades hay en todos los niveles.
¿Cree que está situación pueda revertirse a partir del 10 de diciembre?
Creo que se viene un tiempo favorable y por eso uno también tomó esta iniciativa de lanzarse a pesar de no llegar preparado como hubiese querido para estar en este lugar. Es un tiempo diferente para Escobar y hay mucho interés para trabajar por la cultura, la educación, por mejorar la calidad de vida de la gente en sí. Para mí es un tiempo esperanzador el que se viene, desde el momento en que hace pocos días estábamos celebrando el acto fundacional de un polo educativo en Escobar. Ya hay una jugada fuerte en ese sentido. En Escobar hubo como un estado de hibernación, pero hoy estamos despertando.
Por Damián Fernández