Es la misma vivienda donde hace 14 años se descubrió un laboratorio de efedrina. En el sótano había más de 11 kilos de droga. Fue uno de los 17 domicilios allanados en distintos puntos del AMBA.
Seis personas acusadas de formar parte de una organización que se dedicaba al fraccionamiento y venta de cocaína fueron detenidas este miércoles, luego de varios allanamientos. Uno de ellos fue en la misma quinta de Ingeniero Maschwitz donde en julio de 2008 fue descubierto un laboratorio de producción de metanfetaminas manejado por integrantes de un cártel mexicano, que dio inicio a la investigación de la “ruta de la efedrina”.
El operativo incluyó la pesquisa en “El Rodeo”, una casa situada sobre la calle Güemes al 900, a diez cuadras de la Colectora Oeste, tristemente conocida porque hace 14 años se desbarató allí a una banda que producía drogas sintéticas liderada por el narcotraficante mexicano Jesús Martínez Espinoza, vinculado al triple crimen de General Rodríguez.
Efectivos de la División Delitos Federales de la Policía Bonaerense encontraron en el sótano de la vivienda 11 kilos y medio de cocaína y 900 envoltorios listos para ser comercializados, según informaron diferentes fuentes.
El de Maschwitz fue uno de los 17 procedimientos que se llevaron a cabo por orden del juez federal de Morón, Jorge Ernesto Rodríguez. Además de esa quinta, fueron allanados domicilios de Hurlingham, Escobar, Vicente López, San Isidro y en el Barrio INTA, del barrio porteño de Villa Lugano.
Las autoridades también incautaron más de 20 armas de distintos calibres, varios teléfonos celulares, vehículos utilizados por la organización, documentación, $1.500.000 en efectivo y 5.000 dólares.
La causa comenzó en marzo a raíz de información anónima aportada al fiscal federal Santiago Marquevich, en la que se señaló a una persona apodada “Compi” como un vendedor de drogas que operaba en la zona de Hurlingham y proveía de sustancias a “Mónica”, una mujer que tenía un local de venta de alimentos para mascotas en Capital Federal.
Antes de los allanamientos se dispusieron algunos procedimientos en ese partido del Conurbano, que fueron realizados por personal de la División Delitos Federales de la policía bonaerense. De las pesquisas realizadas en ese lugar surgieron elementos que llevaron a que interviniera la Justicia Federal de Morón en la investigación.
Previamente, la Justicia analizó numerosas intervenciones telefónicas, seguimientos y filmaciones que permitieron identificar a los miembros de la organización.
De la pesquisa se desprende que los narcos recibían la droga en el pet shop, donde la almacenaban en caniles y la trasladaban en cunas o cuchas para perros, mientras que el fraccionamiento se hacía en la quinta de Maschwitz.
Entre los detenidos hay dos que son pareja y que están sindicados como líderes de la banda, según consignó La Nación. El hombre en cuestión es Gabriel Pressavento, un corredor de rally que años atrás había estado involucrado en una causa ligada al narcotráfico, mientras que la mujer fue identificada como “Mónica”.
Ambos vivían en la calle Rosario al 100, en el barrio porteño de Caballito. La mujer tenía un local de venta de comida y artículos para perros y gatos llamado “Almacén para Mascotas” que, según confió una fuente de la investigación, “se utilizaba como pantalla para realizar entregas de estupefacientes en mediana escala”.
A una cuadra del comercio, la organización tenía un galpón vinculado a una empresa de seguridad privada cuya gerente también era “Mónica” y desde donde también se acopiaba y distribuía la droga. Se investiga si la banda empleaba los vehículos de esa empresa para mover la droga y si esa agencia y sus automóviles fueron comprados para lavar el dinero proveniente de la venta de los estupefacientes, agregaron las fuentes.
Uno de los seguimientos sobre “Mónica” terminó con la mujer llegando en una camioneta a la quinta de Maschwitz, donde Pressavento estuvo oculto después de que la Policía Federal encontrara una tonelada y media de cocaína en la ciudad de Rosario, con supuesto destino a Dubai. Los voceros confiaron que, incluso, en las escuchas telefónicas, ambos quedaron grabados hablando sobre la posibilidad de expandirse y comprar la quinta lindera.
La organización también tenía otro galpón de acopio, en un taller de Villa Martelli, partido de Vicente López. Además, según surge de la pesquisa, le suministraban cocaína a un dealer identificado en el expediente como “NN Juje”, que vendía al menudeo en “Platea 11?, uno de los edificios del Barrio INTA, de Villa Lugano.
Voceros judiciales confirmaron que, si bien se trata de la misma quinta, no hay vínculo entre con esta investigación en la que la droga en cuestión es la cocaína con aquel expediente del laboratorio de metanfetaminas que había montado en ese sitio el mexicano Martínez Espinoza y que terminó ligado al tráfico de efedrina y al triple crimen de General Rodríguez.
Los seis imputados quedaron a disposición del juez Rodríguez, quien en las próximas horas los indagará por comercialización de estupefacientes.
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