Tiene 17 años y está acusado de ser cómplice del homicidio de Roberto Colombo, perpetrado en el barrio Parque Norte. La víctima regresaba a su casa de madrugada cuando fue interceptado y ultimado de tres disparos.
Escena del crimen. Los delincuentes dispararon a quemarropa contra el joven, que agonizó en una zanja.
Tiene 17 años y está acusado de ser cómplice del homicidio de Roberto Colombo, perpetrado en el barrio Parque Norte. La víctima regresaba a su casa de madrugada cuando fue interceptado y ultimado de tres disparos.
Uno de los casos policiales que causó mayor conmoción durante el año pasado en la localidad de Garín fue el asesinato del joven Roberto Colombo (25). Mientras volvía a su casa en la madrugada del 22 de julio, dos delincuentes lo interceptaron, intentaron asaltarlo y terminaron asesinándolo de tres disparos en el pecho.
Una semana después, la Policía detuvo al principal acusado del homicidio en la localidad de Virreyes, partido de San Fernando: Elio Sánchez, de 18 años (ver nota acá). Ahora, efectivos de la Comisaría Escobar 3º y de la DDI de Zárate-Campana capturaron a quien sería su cómplice, que hasta el momento se encontraba prófugo.
La detención del joven, de 17 años, se dio en la esquina de Patricias Argentinas y Francia, a unas 15 cuadras del lugar del crimen, en el barrio Parque Norte, según publicó El Diario de Escobar.
Se lo acusa de “homicidio calificado en ocasión de robo” e intervino la Fiscalía Penal Juvenil Departamental.
Víctima. Roberto Colombo tenía 25 años y era herrero y albañil. Volvía a su casa cuando lo atacaron.
El brutal crimen causó conmoción y dolor en la comunidad garinense, al punto que derivó en la destitución del entonces titular de la Comisaría de Garín (ver nota acá), el comisario Walter Manrique.
El asesinato de Colombo se dio a la vuelta de su casa (ver nota acá). Al conocerse el hecho, las redes sociales se inundaron con reclamos sobre la falta de presencia policial en la zona y denuncias de connivencia con los grupos delictivos.
La víctima se había recibido de técnico en informática y trabajaba de herrero y albañil. Además, era aficionado a realizar espadas y materiales medievales. De hecho, dentro de la mochila que llevaba cuando lo mataron tenía una típica cota de malla de aquella época.
“Quiero pensar que los van a encontrar, porque si no me hace mal a mí también. Pero, bueno, vamos a ver. Ojalá que haya justicia y que queden presos”, había afirmado Claudia Ávila, madre de la víctima, en una entrevista con El Día de Escobar (ver nota acá).
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