Es por la crecida del Paraná de las Palmas tras el reciente temporal que azotó al Litoral. Las autoridades sanitarias del distrito emitieron una serie de recomendaciones.
Las inundaciones sufridas por la región del Litoral en los últimos días de 2015 y los primeros de este año se manifestaron en una importante creciente sobre el río Paraná de las Palmas. Esta situación provocó muchos camalotes flotando sobre el agua, y con ellos la llegada de serpientes venenosas al área ribereña escobarense.
En las últimas horas, las autoridades sanitarias del Municipio encontraron estas peligrosas especies sobre las orillas del afluente que pasa por la zona y alertaron a la Secretaría de Salud, que ya se puso manos a la obra en repartir en diferentes lugares el suero antiofídico liofilizado que combate las picaduras y heridas que pueden generar.
La inesperada aparición de esta clase de reptiles sobre la costa local no es algo aislado. Otras localidades a las que bordea uno de los brazos del importante afluente también padecen el mismo problema. Incluso, en Quilmes –a orillas Del río de la Plata- hubo una “invasión” que obligó a cerrar la costa hasta nuevo aviso.
Desde la cartera municipal se les recordó a los vecinos que, en caso de ser atacados por algún animal venenoso, deben comunicarse con la base de emergencias médicas (107) o acudir al centro médico más cercano.
Para distinguirlas de las culebras comunes con cabeza redondeada, es necesario saber las serpientes venenosas poseen foseta loreal, que es una cabeza triangular con escamas más pequeñas que las del cuerpo, que les confiere una textura rugosa, pupila elíptica y el cuello bien diferenciado de su cabeza.
En caso de que alguien sufra una mordedura de una víbora venenosa, deben evitarse por completo los torniquetes en la zona afectada. Tampoco se pueden efectuar quemaduras o incisiones sobre la herida, ni colocar medicamentos caseros, darle alcohol o bebidas estimulantes a la víctima o succionar.
Por el contrario, en esa situación será necesario que se mantenga a la persona en reposo y tranquila para retardar lo máximo posible la difusión del veneno por la vía sanguínea, suministrarle líquidos, aflojar la ropa que pueda presionar -cinturones, relojes pulsera, etc.-, lavar la herida y acudir de inmediato a un centro médico.