Descontrol en la noche escobarense: menores desnudas y sexo explícito

La música suena fuerte, está repleto de gente alrededor y dos adolescentes bailan sobre los parlantes. Semidesnudas, por usar un eufemismo, porque la única prenda que les queda sin quitarse es una casi imperceptible tanga. Unos centímetros atrás, un musculoso stripper “perrea” apoyando su zona genital sobre los glúteos de una de ellas, mientras le toca lascivamente la entrepierna. De fondo, el dee jay celebra, lanza comentarios cargados de vulgaridad, las incita a exhibir lo poco que aún ocultan, les promete un premio en la barra y, encima, recrimina a unas chicas que tratan de hacer en entrar en razones a sus amigas para que dejen de hacer el ridículo (por llamarlo de alguna manera). El resto mira, saca fotos y filma con sus celulares.

Es sábado a la noche y la escena, cuya filmación se viralizó en un santiamén por las redes sociales, transcurre en la disco Rebeca, de Garín -Colectora Oeste y Córdoba-, uno de los boliches más concurridos de la zona.  Aberrante, denigrante, obsceno, pero no inusual. El descontrol es moneda corriente en algunos lugares de la noche escobarense.

Meses atrás también circuló profusamente a través de WhatsApp otro video del mismo tenor donde se ve a una menor manteniendo relaciones sexuales con un chico sobre un sillón, también a la vista de todo el mundo y -desde ya- sin que ningún empleado de seguridad intervenga. Pasó en Clover, la disco de Colón al 500, en Belén de Escobar, donde los menores de edad tienen la admisión permitida y la barra a disposición.

El actual proceso de relocalización de los locales nocturnos a la vera de la autopista podrá serenar los amaneceres del fin de semana en el centro de la ciudad y satisfacer a los vecinos que tanto reclamaron para que esto ocurra. Sin embargo, queda claro que no se trata de una medida que resuelva los vicios, excesos y el descontrol que existe en algunos locales de esparcimiento de la noche escobarense.