El equipo de Maschwitz jugó uno de sus mejores partidos de la temporada y ganó por 2 a 0 en el Bajo Flores. Pero el triunfo de Colegiales lo condenó a perder la categoría, en la que jugaba desde 1990. Una tragedia deportiva con final anunciado.
Desazón. Los jugadores no encuentran consuelo tras el triunfo frente a Español, con el descenso consumado.
El equipo de Maschwitz jugó uno de sus mejores partidos y ganó por 2 a 0 en el Bajo Flores. Pero el triunfo de Colegiales lo condenó a perder la categoría, en la que jugaba desde 1990. Una tragedia deportiva con final anunciado.
Deportivo Armenio hizo lo que tenía que hacer, pero no le alcanzó. Venció con autoridad a Español por 2-0, con goles de Fernando Cantero y Leonel Gigli, ambos en el complemento, pero el destino quiso que, pese al triunfo, termine condenado al descenso apenas finalizado el partido. El equipo de Maschwitz mostró este sábado en el Bajo Flores la solvencia que le faltó en casi todo el campeonato, aunque el triunfo de Colegiales -le ganó 1-0 a San Telmo- impidió el milagro de estirar la definición a un desempate y lo condenó a jugar la próxima temporada en la Primera «C».
Las plegarias de los hinchas de Armenio no tuvieron respuesta ante un panorama demasiado adverso y con un equipo que fue hundiéndose fecha a fecha. Tres entrenadores desfilaron durante este torneo: Pulciano Aquino, Hugo Smaldone y Néstor Ferraresi, y recién el último pudo obtener un mejor rendimiento, cuando la condena ya casi estaba firme.
Pero el periplo no comenzó este año: tras la buena temporada 2012/13, en la que Fernando Ruiz era el DT, Armenio se cansó de ser irregular. Ni Eduardo González -en la campaña 2013/14-, ni Federico Domínguez, ni el mencionado Aquino encontraron una línea de juego que ayudara a obtener puntos para un promedio que año a año iba mermando.
Con el apremio de caer al último lugar de la tabla de promedios y un plantel renovado casi por completo -como de costumbre-, la suerte de Armenio parecía estar echada de entrada en esta temporada. Si faltaban indicios, el comienzo con once partidos sin ganar les dio la razón a los más pesimistas.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y ese era el alimento de los simpatizantes del conjunto del barrio San Miguel para soñar con la heroica. El alicaído Colegiales, que pasó de luchar por el ascenso a agarrar la calculadora, era el único rival que le quedaba en la pelea por la permanencia a dos fechas del final. Pero superó 1-0 a San Telmo y ahuyentó los fantasmas.
Así, tras 26 años en la categoría -era el club más antiguo de la divisional-, Armenio desciende y regresa a la Primera «C», donde su última participación data de 1985. Un baldazo de agua fría para un club que supo saborear las mieles del éxito cuando jugó en Primera «A», a fines de los ’80.
La actualidad es muy distante a aquellas épocas doradas y hoy el futuro del Deportivo Armenio es una verdadera incógnita: su llegada a la «C» podrá servirle para reordenarse y volver al ruedo con más fuerza o hundir en la intrascendencia deportiva a una institución que ni siquiera pudo contagiarle entusiasmo al pueblo escobarense en las más de dos décadas que lleva en Maschwitz. El tiempo dará su veredicto.
Por lo pronto, el próximo sábado el equipo tendrá su despedida como local cuando enfrente a Fénix por la última fecha del certamen.
Por Alejo Porjolovsky
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