Denuncian que Edenor y el Municipio están “mutilando” el arbolado público de Escobar

Al ras. La poda sobre la calle Rivadavia se realizó entre las avenidas 25 de Mayo y Tapia de Cruz.

En un documento conjunto, la Asociación Ambientalista del partido de Escobar (AAPE) y la Asociación Ambientalista Los Talares, de Ingeniero Maschwitz, cuestionaron las podas que se están realizando en la zona céntrica de Belén de Escobar, especialmente sobre la calle Rivadavia, que actualmente se encuentra en plena remodelación por parte del Municipio.

Consideraron que se están llevando a cabo “podas aberrantes, que técnicamente son mutilaciones, alterando drásticamente la morfología del árbol y su funcionamiento de manera irreversible. Incluso, en los casos más extremos, son directamente talados sin justificación, de manera arbitraria y sin ser reemplazados.

Como referencia estadística, indicaron que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se necesita un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejore aire en las ciudades y, al menos, entre 10 y 15 metros cuadrados de áreas verdes por persona. “Teniendo en cuenta la proliferación de edificios y el aumento de la densidad de la población, estos valores podrían verse seriamente comprometidos en el casco céntrico de Belén de Escobar”, advirtieron.

Asimismo, señalaron que “en la vasta mayoría de los casos las podas parecen no estar dirigidas por un profesional idóneo. No se sabe a ciencia cierta quién o quiénes les dan las indicaciones al personal que concreta el trabajo”.

Las podas destinadas a evitar conflictos entre cables y árboles son intervenciones que tienen como objetivo llevar la copa del árbol lo más alto posible, haciéndolo crecer en altura y llevando las ramificaciones más pequeñas por encima de los cables y artefactos lumínicos.

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En esa dirección, los ambientalistas cuestionaron el rol de la Dirección de Espacios Verdes del Municipio. “Debería planificar y coordinar las tareas afines con la seriedad y el profesionalismo que corresponde, conforme a lo estipulado por la Ley Provincial N°12.276 que regula todas las cuestiones inherentes al arbolado público”, expresaron.

“Los días previos al inicio de los trabajos, llegó una voluminosa cuadrilla municipal a la calle Rivadavia para realizar podas sobre los plátanos que están allí hace algunas décadas. La primera intervención fue moderada, pero, sorpresivamente, volvieron los siguientes días en reiteradas oportunidades para realizar cortes cada vez más drásticos y técnicamente incorrectos”, cuestionaron.

El documento también carga contra Edenor: “Subcontrata cuadrillas que copan las calles con el sólo objetivo de despejar el cableado de media tensión. En el afán de cumplir rápidamente su cometido, y presionados tanto por sus superiores como por los vecinos, proceden en una forma fatal para el árbol: los cortan al ras por debajo de los cables, independientemente de la altura de la copa”, afirma uno de sus párrafos.

Aseguran que ese tipo de intervenciones “no hacen más que empeorar la relación del árbol con los cables: las pequeñas ramificaciones surgen como pueden desde el tronco y los árboles se convierten en un ramillete amorfo que crece a baja altura, interfiriendo aún más que antes con el tránsito vehicular, los peatones, el cableado y la luminaria”.

Asociaciones ambientalistas calificaron de “aberrante” la poda realizada en el centro de Escobar, especialmente sobre la calle Rivadavia. Afirman que Edenor y el Municipio están “mutilando” el arbolado público. Reclaman “seriedad y profesionalismo”. https://t.co/qY38XdOruF pic.twitter.com/zKywE2H8Px

— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) August 23, 2018

Por último, criticaron a los vecinos que intervienen talando la arboleda pública sin ningún tipo de control o autorización comunal. “Hacen esto escudándose en las molestias que el árbol les genera a partir del deshoje durante el otoño o la fauna que atrae, entre otras justificaciones”.

“Todas estas molestias pueden solucionarse con total efectividad mediante podas bien ejecutadas, una mejor coordinación de las tareas de barrido y limpieza o, en casos particulares, con el reemplazo del árbol por un ejemplar de otra especie que se adapte mejor al entorno”, agrega el texto.

“En nuestra localidad los espacios verdes supieron ser algo más, tener un valor agregado desde lo sociocultural, lo que los hacía aún más especiales. Y si bien esto se fue marchitando conforme el paso de los años, quizás todavía estemos a tiempo corregir el derrotero hacia un Escobar donde el verde vuelva a florecer de verdad”, concluyeron los ambientalistas.

Por Alejo Porjolovsky

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