David Magnarelli: “La prisión domiciliaria de Patti es escandalosa”

Entre los más de doscientos militantes que el sábado a la tarde participaron de la marcha y el escrache a Luis Patti estuvo el escobarense David Magnarelli, cuyo padre fue secuestrado y desaparecido por la dictadura en 1976.

“Las acciones que llevamos adelante, como este escrache, generan energía y nos dan más fuerza para seguir caminando”, expresó Magnarelli a El Día de Escobar tras la manifestación que tuvo lugar en las puertas del country Septiembre, donde el ex policía y ex intendente cumple prisión domiciliaria.

“Haciendo este escrache afloran un montón de emociones, pero sobre todas las cosas tener que bancarnos en nuestro pueblo a un genocida”, señaló, con bronca, al tiempo que sostuvo que “la domiciliaria de Patti es escandalosa”.

Magnarelli cuestionó con firmeza el fallo del Tribunal Oral Federal de Rosario Nº2, dictado en el marco de la causa Cambiaso-Pereyra Rossi -dos militantes de Montoneros asesinados en 1983-, que habilitó al ex jefe comunal de Escobar a retirarse del hospital penitenciario de Ezeiza, por razones de salud, para seguir purgando sus dos condenas a prisión perpetua en el country donde vive su esposa, Elizabeth Ferraro Mansur.

“Si revisan el informe que realiza el fiscal Villate de Rosario, se van a dar cuenta que se trata de una decisión política y no puede ser así, porque, justamente, la democracia marca que los tres poderes deben estar separados. Es una decisión política que este señor este pasándola de vacaciones acá adentro”, enfatizó sobre el polémico fallo del 22 de septiembre de 2017, cuya apelación ya fue recusada.

Igualmente, se mostró confiado en que en algún momento se revea la decisión y Patti vuelva a estar detenido en un penal. “La esperanza es lo último que se pierde. Seguiremos pidiendo una nueva pericia con el equipo de la fiscalía, porque se omitió el equipo de la fiscalía para hacer la pericia, y luchando en la calle, que es donde se da vuelta la taba”.

El padre de David se llamaba Miguel Ángel, era trabajador de Ford, militante de la Juventud Comunista y tenía 23 años cuando fue secuestrado y desaparecido por los tristemente célebres grupos de tareas, el 1° de septiembre de 1976, cinco meses después de comenzada la dictadura argentina más sangrienta de la historia.