Se trata de un hombre y una mujer cuyas condenas vencen en 2028 y 2029. Podrán ver a sus familias hasta seis horas al mes, custodiados por personal penitenciario.
Dos de los once condenados por el secuestro y asesinato de Matías Berardi, ocurrido en 2010, fueron beneficiados con salidas transitorias, según informaron fuentes judiciales.
Se trata de Elías Emanuel Vivas y Celeste Verónica Moyano, para quienes el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 3 de San Martín estableció que comiencen a tener ese beneficio. La resolución fue firmada por el juez Walter Antonio Venditti y el secretario de ese tribunal, José Luis Espósito.
Vivas fue condenado a 18 años de cárcel en el juicio llevado adelante en 2013, cuya pena vence el 1º de octubre de 2028, tras ser declarado culpable de ser uno de los captores de Berardi.
En tanto, Moyano, quien recibió 19 años de cárcel y su condena vence el 7 de octubre de 2029, también colaboró en el ocultamiento de la víctima. Además, junto a otras mujeres de la familia, les dijo a los vecinos que Berardi era un ladrón cuando el joven intentó escapar.
A esa mujer le habían rechazado la prisión domiciliaria por la pandemia, solicitada el 14 de mayo de 2020, cuando había arrancado el confinamiento por Covid-19.
Según el TOF 3, Vivas “se incorpora al régimen de salidas transitorias con seis horas mensuales, con el objeto de afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales”.
“La salida del condenado se llevará a cabo bajo tuición (la guarda) de personal del Servicio Penitenciario Federal, de acuerdo a la siguiente modalidad: una salida transitoria de seis horas de duración por mes, debiendo el personal designado acompañar, en todo momento”, indicó el magistrado.
La condenada Moyano, que cumplió su primera salida el pasado 3 de junio, recibió el mismo beneficio de “seis horas mensuales de salida transitoria con el objeto de afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales”.
María Inés Daverio, madre de la víctima, aseguró que la decisión de la justicia “no es buena, debido a que no tienen que tener ningún tipo de beneficio”.
“Mi esposo y yo estamos totalmente en desacuerdo, porque un crimen de esa magnitud (tomaron la decisión de matar un chico) no merece ningún tipo de beneficio bajo ningún argumento y sin ninguna excepción”, declaró la mujer.
“Lo mínimo que pedimos es que cumplan la condena en la cárcel. La mujer nunca mostró ningún tipo de arrepentimiento”, remarcó la madre de Matías Berardi.
Del secuestro al asesinato
Matías Berardi (16) fue secuestrado en la madrugada del 28 de septiembre de 2010, cuando regresaba de una fiesta de egresados en la Capital Federal y se bajó de una combi en Panamericana ramal Pilar y la ruta provincial 26 para volver a su casa, en Ingeniero Maschwitz.
Mientras lo mantenían cautivo en una casa de Benavídez, los secuestradores llamaron a sus padres para exigirles un rescate de 30.000 pesos.
En un momento el adolescente escapó, salió a la calle y pidió ayuda a los vecinos, a quienes les dijo que lo tenían secuestrado, aunque no logró que nadie lo refugiara en esos pocos segundos en que pudo salir del cautiverio.
La banda lo recapturó y decidió asesinarlo de un tiro, tras lo cual dejó el cuerpo abandonado en inmediaciones de la ruta 6, en Campana.