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Meseta alta. En los últimos siete días se registraron 1.579 contagios, contra 1.520 de la semana anterior.
Desde el inicio de las nuevas restricciones la curva de contagios en el distrito se mantuvo estable, con un leve crecimiento. Pero aumentaron las muertes: ahora el promedio es de un caso fatal cada 8 horas.
A una semana de la vuelta a Fase 2 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la situación epidemiológica en el partido de Escobar dejó de agravarse y se mantiene relativamente estable, aunque en un nivel muy alto. En los últimos siete días se registró un promedio de 225 contagios cada 24 horas.
Está claro que las restricciones vigentes desde el viernes 16 aún no impactan sobre las estadísticas sanitarias, algo que se estima que ocurre a partir de los 10 o 14 días siguientes. Pero sí tienen que ver con las medidas implementadas a partir del viernes 9, que limitaron la actividad comercial a la hora 20, la gastronomía hasta las 23 y la circulación vehicular entre las 23 y las 6, así como el uso del transporte público solo para trabajadores de actividades esenciales o autorizadas.
En la semana comprendida del sábado 10 al viernes 16 se contabilizaron 1.520 nuevos contagios, lo que arrojó un promedio de 217 casos diarios, según los datos publicados por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. En esa semana se registró el pico más alto desde el inicio de la pandemia: 376 infectados, paradójicamente el martes 13 (ver nota acá).
Del sábado 17 al viernes 23, en tanto, la cantidad de casos reportados oficialmente fue 1.579, 225 por día. Un ligero incremento, del orden del 5%, muy inferior al que se venía dando. El día con más contagios fue el martes 20: 330.
A contrapartida de este amesetamiento en la curva de infectados, durante los últimos siete días crecieron de manera apreciable la cantidad de casos fatales.
En la semana del 10 al 16 se registraron 13 fallecimientos, lo que dio un promedio de una muerte cada 13 horas. En los siete días posteriores la estadística empeoró con 21 casos fatales, dando un promedio de una muerte cada 8 horas.
Recién la semana próxima podrá medirse parcialmente el impacto de las nuevas restricciones. Por ahora, las cifras no dan lugar a dudas: está claro que la situación se encuentra en el momento más crítico.
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