-
-
El concejal Rognone fue uno de los más enérgicos en su rechazo a la habilitación de la feria en Maquinista Savio.
En una sesión cargada de tensión y polémica, el Concejo Deliberante de Escobar aprobó este miércoles, sobre tablas y en votación dividida, un proyecto de ordenanza que declara “de interés municipal” la radicación de la feria comercial La Dulce sobre la ruta 26, en el centro de Maquinista Savio, a la vez que autoriza al Departamento Ejecutivo a exceptuar al emprendimiento de cumplir con la reglamentación provincial y local vigente. Sí: así de insólito como suena.
A la sesión, que se realizó este mediodía, concurrió un puñado de comerciantes de Maquinista Savio. Tras la aprobación del proyecto enviado por el intendente Sandro Guzmán, varios de ellos arremetieron con insultos y acusaciones de sobornos contra algunos concejales del Frente Renovador. Entre los espectadores estaban el ex funcionario municipal Sergio Benítez -el más exasperado- y el presidente de la Cámara de Comercio de la localidad, Alfredo Rafael, quien prefirió digerir el revés en silencio y se excusó de hacer declaraciones a los medios por encontrarse “profundamente indignado”.
Quienes se salvaron del escarnio fueron los cuatro concejales kirchneristas que sumaron su voto afirmativo para que el proyecto sea aprobado: Patricia Durán, Cristian Romano, Daniel Tossio y Mónica Díaz, cuya postura sorprendió incluso a sus otros compañeros de bloque.
El emprendimiento, detrás del cual se encontraría ni más ni menos que uno de los administradores de La Salada, ya tiene todo listo para abrir sus puertas desde este fin de semana en la galería comercial ubicada en ruta 26 y el boulevard 5 de Junio, donde otrora funcionó el shopping Aventura. Tendrá 250 puestos, en la mayoría de los cuales se venderá ropa.
La ley provincial 14.369 y la ordenanza 4623/08 impiden explícitamente la instalación de un paseo de compras de esta naturaleza en ese lugar, por su incidencia negativa sobre la competitividad del comercio existente y el impacto en la circulación vehicular, entre otras varias razones.
Sin embargo, el Municipio encontró finalmente un atajo para darles a los inversores el OK que desde febrero venían esperando: encuadró la iniciativa con carácter de interés público para eximirla de adecuarse a los requerimientos de las normas que regulan la actividad de las grandes superficies comerciales. De otra manera no podría haberse instalado en esa estratégica esquina sino, como mínimo, a una distancia de 5 cuadras.
“Esto es de una ilegalidad manifiesta. Está bien claro que no se puede hacer”, sostuvo el concejal peronista José María Rognone, principal abanderado contra la instalación de La Dulce, quien expuso en la sesión no menos de una decena de requisitos de los que el emprendimiento será exceptuado. Además, el edil saviense indicó que el marco para ese la feria debería ser el de otra ley provincial, la 12.573, que prohíbe a los municipios este tipo de excepciones.
En sintonía con Rognone, la presidenta del bloque kirchnerista, Claudia Dortona, advirtió que la sanción de esta ordenanza sienta “un antecedente que puede llegar a ser terrible”, ya que a través de una excepción se está otorgando a los inversores una habilitación “que por la forma y la vía ordinaria y legal no hubiesen obtenido nunca”.
“Estamos favoreciendo a inversores privados, que han sido muy imprudentes y no han actuado conforme a la legislación vigente. Nuestra responsabilidad es no aprobar esto”, insistió Dortona.
También desde la bancada del FPV, María Rosa Pereyra cuestionó la urgencia impuesta por el oficialismo para tratar el proyecto, que ni siquiera estaba incluido en la orden del día: “No veo por qué hay que sacar este expediente tan a las apuradas, sin poder discutirlo en las comisiones”, señaló. Además, afirmó que la radicación de este emprendimiento es algo que “afecta a muchos comerciantes” y que “infringe la ley en todo”. “Aquellos que lo voten, que se hagan cargo”, planteó.
El bloque del Frente Renovador permaneció callado, sin contraponer argumentos. Ni siquiera pidieron que se lean los considerandos del proyecto, donde se esgrime que la ordenanza regulatoria sancionada en 2008 contiene “requisitos excesivos”, como la cantidad de sanitarios, y pondera que la actividad resultará beneficiosa para la localidad porque contribuirá a ampliar el mercado laboral.
En el mismo orden, se destaca que La Dulce colaborará con el Municipio con “una importante suma de dinero” -en concepto de “plusvalía”, dice el expediente- para obras en la localidad, además de hacerse cargo del mantenimiento de la plaza de la estación de Savio y de asumir el compromiso de construir un salón de usos múltiples en un lugar a determinar por el Ejecutivo.
“Es objetivo primordial del Municipio proteger y promover el bienestar y desarrollo en todos sus aspectos de la comunidad, brindando las herramientas necesarias y el marco legal para el adecuado y normal funcionamiento de las actividades tendientes a incentivar el crecimiento de las localidad y el bien común de sus habitantes”, concluye el texto firmado por Guzmán, quien dejó para sus últimos días en la Intendencia de Escobar la sanción de esta ordenanza, a medida de La Dulce.
14 a 5 y 12 a 7
Como el expediente entró a último momento y se salteó el paso por las comisiones, para que pudiera ser tratado en la sesión hacía falta el consenso de los dos tercios del cuerpo, es decir, 14 votos. Y el oficialismo los recaudó con sus 8 propios, 4 del FPV, los 2 del vecinalismo y el de Unión Celeste y Blanco. En este punto, no solo fue llamativa la actitud de los concejales K sino la del par de AVEP, sin cuyo asentimiento el expediente, al que después votaron en contra, no hubiera sido tratado.
Después, en la votación nominal del proyecto, quienes aportaron su voto afirmativo fueron: Elio Miranda, Juan Carlos Parlatto, Susana Valenzuela, Jesús Angioi, Oscar Fontán, Matías Peralta, Damián Macías (FR), Patricia Durán, Cristian Romano, Daniel Tossio, Mónica Díaz (FPV) y Néstor Bodes (UCyB). En tanto, votaron en contra Claudia Dortona, María Rosa Pereyra, Edgardo Ceriani, Carlos Mainé (FPV), José María Rognone (Peronismo Doctrinario), Miriam Pierotti y Pablo Palomino (AVEP). En este caso, el resultado fue 12 a 7 y alcanzó para sancionar la ordenanza, para lo cual solo era necesaria una mayoría simple de 10 concejales.
