Miles de vecinos se volcaron a la plaza principal de la ciudad para reclamar justicia por el joven Martín Scaldafferro, apuñalado en una entradera. “Esto muestra que, cuando queremos, somos un pueblo unido”, afirmó un tío de la víctima.
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Miles de vecinos se volcaron a la plaza principal de la ciudad para reclamar justicia por Martín Scaldafferro. “Esto muestra que, cuando queremos, somos un pueblo unido”, afirmó un tío del joven asesinado en una entradera.
El dolor y la consternación que envuelven a la ciudad tras el brutal asesinato del adolescente Martín Scaldafferro quedaron plasmados de manera elocuente este lunes a la tarde con la conmovedora marcha del silencio que se realizó en la plaza San Martín bajo una única consigna: Justicia.
Una multitud estimada en cuatro mil vecinos se congregó a partir de las 18 en la plaza principal de Belén de Escobar, con un respetuoso y estremecedor silencio que se extendió inquebrantable por más de una hora. La imagen era impactante: sobraban las palabras para expresar tanto dolor.
La concentración estuvo encabezada por familiares y amigos del joven, muchos de ellos compañeros suyos del Instituto Secundario Santa María, donde cursaba el quinto año, quienes portaban un cartel con la leyenda «Todos por Martín».
El silencio finalmente se interrumpió alrededor de las 19.30, cuando un espontáneo y sostenido aplauso surgió desde los cuatro costados de la plaza, atestada de gente de todas las edades. Tomados de la mano, los familiares y amigos del joven formaron una larga fila y empezaron a recorrer las veredas para agradecer a los vecinos que se acercaron a acompañarlos en este difícil trance.
«Esto es una muestra de que, cuando queremos, somos un pueblo unido», afirmó un tío de la víctima, Marcelo Leonardi, emocionado por la impresionante convocatoria, en declaraciones al canal TN.
El próximo viernes, a las 19, se realizará una nueva marcha del silencio para reclamar el esclarecimiento del salvaje crimen, cuyos autores aún se encuentran prófugos. Será con la misma modalidad: en silencio, sin banderías ni consignas políticas. Y sin ir hasta la comisaría ni cortar la Panamericana, como se había propuesto inicialmente. «En paz, sin enfrentamientos ni tensiones», explicó un allegado a la familia.
Mientras tanto, por estas horas el padre de Martín, Gerardo Scaldafferro, sigue internado en el sanatorio De la Trinidad, en San Isidro, y se encuentra recuperándose de las heridas de arma blanca que sufrió en el trágico intento de asalto que hoy tiene a Escobar de luto y consternado.
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