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Los primeros trabajos se realizaron sobre la calle Spadaccini al 900. El nuevo hormigón todavía está fraguando.
Que las calles del partido de Escobar están minadas de pozos de todo tipo y tamaño no es ninguna novedad. Al contrario, es una situación que se agravó en los últimos años a un nivel tan inimaginable como vergonzoso. Lo que sí llama la atención, además de su descomunal proliferación, son las impresionantes dimensiones alcanzadas por muchos de esos baches, más que dignas de un record Guinness.
En este contento, y cumpliendo con uno de los objetivos incluidos en el Plan de Metas de Gestión, el Municipio acaba de poner en marcha un programa de bacheos que abarca a las cinco localidades. El objetivo anunciado por el intendente Walter Blanco es dar solución al 100% de la problemática. Aunque cuesta imaginar que pueda llegar a ese óptimo para el 31 de diciembre, por ahora los trabajos avanzan a buen ritmo, complicaciones mediante causadas por las lluvias.
Parte del foco de estos operativos se puso sobre las calles que circundan a la terminal ómnibus de Belén de Escobar, sin lugar a dudas la zona más crítica del distrito. Las reparaciones que se están haciendo son más duraderas de las que se venían haciendo, porque los paños rotos son removidos y reemplazos por nuevos de hormigón reforzado con un espesor de 20 centímetros, cuando antes los pozos se rellenaban con una capa de asfalto caliente.
Hasta ahora se llevan reparados dos tramos de la calle Spadaccini y se está trabajando sobre Rivadavia al 300, entre 25 de Mayo y Travi.
Asimismo, durante las últimas semanas también se hicieron trabajos de bacheo en otras arterias del distrito: Alborada (Matheu), Ameghino (barrio Stone), Kennedy (El Cazador) y Orquídeas y Estrada (barrio Lambertuchi).
