La medida fue tomada por el Municipio a partir de una inspección que verificó diversas anomalías en el establecimiento. Los vecinos venían denunciando olores nauseabundos en el ambiente.
Inspectores municipales clausuraron en las últimas horas el crematorio que funciona al lado del cementerio de Belén de Escobar, en un procedimiento que se inició a partir de las constantes quejas de vecinos por olores nauseabundos en el ambiente.
Desde el Municipio informaron que la Dirección General de Control e Inspección “verificó el incumplimiento de las normativas vinculadas a la documentación respaldatoria técnica para el correcto funcionamiento del proceso de cremación”.
Durante el procedimiento, los agentes “también detectaron fallas en las medidas de seguridad e higiene en relación a verificaciones que se hicieron con anterioridad en el establecimiento”.
Por estas razones se dispuso la clausura preventiva del establecimiento, ubicado sobre la calle Gelves 2489, al lado del cementerio municipal y de la futura alcaidía departamental.
Las autoridades remarcaron que “el lugar no podrá operar hasta que no se subsanen las anomalías detectadas”. Por eso, se espera que los representantes legales de la empresa que opera el crematorio comparezcan ante la Secretaría Contravencional para presentar los documentos faltantes y/o formular su defensa.
De cenizas y olores
La construcción del crematorio fue una iniciativa del intendente Ariel Sujarchuk, que el Concejo Deliberante aprobó en 2016, aunque ya existía una ordenanza casi idéntica sancionada diez años atrás.
El servicio se inauguró a mediados de 2019 y comenzó a funcionar bajo gestión municipal con la premisa de “atender la gran demanda de deudos que deciden preservar las cenizas de sus seres queridos”, según se explicó en ese momento.
Único en el partido de Escobar, el establecimiento fue equipado con dos hornos de última generación, modelo Hyper Jet Pak, que permiten que la cremación se haga en un lapso de 75 a 90 minutos.
Tiempo después, sin que se difundiera oficialmente, el crematorio fue tercerizado a la empresa Desaevo S.A., dedicada a la prestación de servicios fúnebres y otros rubros, que ahora deberá afrontar la sanción impuesta por el Municipio.
La medida tomada por las autoridades representa un alivio repara los vecinos de los alrededores y de barrios más alejados, quienes durante los últimos meses venían denunciando en las redes sociales olores desagradables y nauseabundos que, al parecer, eran causados por una deficiente gestión ambiental del establecimiento.