Con menos público y sin el brillo de años anteriores, se realizó este sábado en la avenida Tapia de Cruz el denominado “Carnaval del Pueblo”, realizado conjuntamente por organizaciones culturales, sociales y gremiales, con entrada libre y gratuita.
El espectáculo comenzó pasadas las 18 y la encargada de abrir el paso sobre el asfalto con todas sus plumas y colorido fue la comparsa escobarense Ritmo Picante. Más tarde llegó el turno de Los Plebeyos de Devoto (Capital Federal) y la Cuerda de Candombe, con una decena de percusionistas en escena.
Con la noche ya encendida y los choripanes a pedir de boca, se hizo un alto al son murguero para dar lugar a la música folclórica nacional con el grupo Raíces y luego Leonardo Ubiedo, cuyas presentaciones dieron rienda suelta al baile en plena calle.
Cerca de las 22, una gran actuación del centro murga Los Garufas de Escobar volvió a llenar de color y alegría la avenida Tapia de Cruz, entre Hipólito Yrigoyen y Asborno.
El evento llegó a su fin alrededor de las 23.30, con una nueva pasada de la comparsa Ritmo Picante.
Problemas con la ley
Cerca de las 20, mientras terminaba de hacer su pasada la murga porteña Los Plebeyos, hubo un momento de tensión que estuvo a punto de acabar con el corso. Tanto la Policía como Prevención Comunitaria pidieron a los organizadores que “levanten todo”, argumentando que se debía despejar el lugar para la misa de las 20 en la cocatedral y porque a las 22 habría otro festejo de carnaval, organizado por la Red de Murgas, que, a diferencia de este, contaba con permiso municipal.
Tras una larga discusión, el evento siguió adelante, ya que se liberó la zona de ingreso a la cocatedral, donde se realizó un casamiento, y el festejo de la Red de Murgas se pasó al lunes.