El director ejecutivo del hospital de Escobar, Carlos Ramos, evaluó que la inauguración de la sala de tomografía y de las reformas realizadas en el establecimiento marcaron “el día más importante” del Erill desde su edificación, en 1983, aunque instó a “seguir adelante e ir por más”.
“Esto es como ir subiendo una montaña. Nosotros queremos plantar bandera en el pico, hoy llegamos a la mitad, sabiendo que podemos y que hay que seguir avanzando. Este hospital ganó mucho con todo lo que tenemos, pero necesitamos mucho más para poder llegar a ser un hospital de alta complejidad con todo el recurso humano necesario”, expresó el galeno a EL DIA de Escobar.
Ramos señaló que con el flamante servicio de tomografía “se alcanzó una meta atrasada desde hace bastante tiempo, que nos permite brindar una calidad médica mucho mayor”. Hasta hoy, los pacientes que requerían de ese estudio debían ser trasladados al hospital de General Pacheco y después al de San Fernando para ser atendidos por un neurocirujano. Pero ese periplo, todo un trastorno para personas en estado crítico, ya es parte del pasado.
En la provincia de Buenos Aires hay 77 hospitales públicos, que se dividen entre locales, subzonales, zonales e interzonales. El de Escobar es zonal y recién ahora cuenta con un equipamiento vital como el tomógrafo, que otros ya tienen desde hace tiempo. “Si uno se compara con otros puede sentirse muy chiquito, hay hospitales mucho más grandes que el nuestro, pero lo que hay que evaluar es quién recorrió más camino en los últimos años, y creo que nosotros hemos hecho un recorrido importante”, indicó el funcionario.
“Desde que se inauguró el hospital, este es el día más importante, pero hay que seguir adelante e ir por más”, marcó Ramos, quien conoce como pocos la historia del Erill, del que está a cargo desde 2008.
Finalmente, el funcionario destacó que “más allá de la obra, hoy el hospital está encolumnado en un trabajo en equipo. No es fácil conseguir algo así y para mí ese es el mayor logro: ver al hospital festejando, todos juntos, y agradeciendo a quienes nos ayudaron. Esto nos marca que vamos por el camino correcto y nos da fuerzas para seguir adelante”.
“Un paso de modernización”
Entre los invitados al acto estuvo el cirujano Hernando Rozzo Rodríguez, quien dirigió el hospital entre diciembre de 1996 y febrero de 1999. Para él también se trató de “un día histórico” para el Erill, porque “dio un paso de modernización que le hacía falta”.
“Tener el tomógrafo es un gran paso, porque es un elemento fundamental para cualquier tipo de emergencia. Junto al ecógrafo, que es fantástico, son dos medios de diagnóstico de los cuales hoy no se puede prescindir, mucho menos en un hospital que atiende tanta accidentología”, señaló el ex director del Erill.
Además de los avances en el servicio de diagnóstico, Rozzo Rodríguez se refirió a la remodelación del hospital y a la refuncionalización de algunos sectores para ampliar su atención. “Siento una gran alegría de verlo con este aspecto y de que se hayan recuperado espacios fantásticamente”, afirmó.
También felicitó el esfuerzo del doctor Ramos, el apoyo de la Fundación Pérez Companc y la colaboración del Ministerio de Salud.