Aunque cierre Arte Musas, el show debe continuar

El secretario de Gobierno, Hugo Cantero, aseguró que el Municipio no dejará “en banda” a los estudiantes becados del Instituto Arte Musas, que en diciembre cerraría sus puertas al dejar de recibir el jugoso subsidio oficial que había conseguido a través de ese mismo funcionario, con quien -paradójicamente- trabaja la hermana de la directora del conservatorio.

La información dada a conocer por el Gobierno en un comunicado de prensa indicó que Cantero firmó un “acuerdo compromiso” con alumnos del establecimiento y padres de algunos de ellos, a quienes recibió el pasado viernes 27 en su despacho. En ese documento, el todavía titular de la cartera política local manifestó “la intención de la Municipalidad de mantener el dictado de la carrera de música en el distrito”.

El texto oficial señaló que se trató de “una larga y relajada charla”, en la que Cantero afirmó que será “quien responda ante el Intendente por la continuidad de la carrera”. De todos modos, aclaró que para ello “se deberán evaluar las distintas alternativas convenientes”.

En la reunión Cantero también anticipó su destino político, ya que se sabía que a partir del 10 de diciembre debería desocupar la Secretaría de Gobierno, a la que entró en junio de 2008. ¿Cuál será? Aunque en una reciente rueda de prensa se autodefinió como “un proyectable” -o sea, con chances de conseguir un cargo provincial o nacional-, seguirá siendo un funcionario de la gestión de Sandro Guzmán, con la misma jerarquía que ahora, ya que estrenará a su cargo la Secretaría de Educación.

Génesis del conflicto

Desde 2008, el Municipio de Escobar alimenta con diez mil pesos mensuales al Instituto Arte Musas, de Romina Vergani, que a cambio debe tomar alumnos bajo becas por el mismo valor para las carreras de canto y música. El acuerdo, presentado por bombos y platillos como el primer paso hacia la concreción de un Conservatorio Mixto, se había renovado este año con autorización del Concejo Deliberante. Pero el 8 de octubre, en la celebración del cincuentenario de Escobar, todo dio un inesperado vuelco de 180 grados.

Un desplante público de Vergani en la velada de gala que se realizaba en el teatro Seminari -se quejó amargamente porque sus alumnos debieron acortar la extensa presentación que realizaban- le valió la pérdida de todo lo que había cosechado. A partir de esa misma noche el rumor sobre la ruptura del convenio empezó a circular, y el intendente Sandro Guzmán -que se tragó el sapo de Vergani en primera fila- nunca desmintió las versiones; por el contrario, las alimentó con expresiones sugestivas cuando la prensa lo consultó.

Bajo la órbita de la Secretaría de Gobierno, y en relación directa con Cantero, trabaja Gisella Vergani, de profesión abogada y ocupante de un cargo con límites indefinidos, que se creó bajo esta gestión: la Dirección General de Gestión Pública. Pero la joven letrada, que también presenció en una butaca el papelón de su hermana, poca influencia podría generar en su favor después de semejante episodio.

En la conferencia de prensa que dio a mediados de noviembre, Cantero fue consultado sobre la continuidad de las becas y respondió: “Soy de la idea de no cortarlas, por lo menos hasta diciembre, ¿qué culpa tienen los chicos?  No defiendo la postura de ella (Romina Vergani), los defiendo a ellos.  Probablemente hagamos el conservatorio municipal, pero para eso hay que trabajar y lleva tiempo. Hay que replantearlo y corregirlo”.

Hacia esa tarea de replanteos y correcciones seguramente se abocará Cantero en los meses de verano, antes de que el ciclo lectivo 2010 se le venga encima.

Como sea, según parece, el show debe continuar, aunque el conservatorio de la calle Las Heras se caiga por no tener sustentabilidad económica. Eso sí no se discute: es una pérdida para la cultura escobarense.