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Mate amargo. El conjunto del barrio San Miguel tropezó ante Argentino de Quilmes y seguirá en la Primera C.
Pese a que solo necesitaba un empate para seguir en la pelea por el segundo ascenso a la B Metropolitana, el equipo de Maschwitz cayó de visitante por 1-0 y, tras la victoria de El Porvenir, se quedó sin chances.
Una vez más, el desenlace no fue el deseado para Deportivo Armenio y la realidad le terminó pegando una bofetada. El conjunto del barrio San Miguel viajó al sudeste de la provincia con la ilusión a cuestas: un empate ante Argentino de Quilmes le aseguraría un puesto en el Reducido por el ascenso. Pero jugó mal y el local le ganó 1 a 0
El solitario gol de Sergio Valenti a los 30 minutos del segundo tiempo le dio cifras definitivas al encuentro. Pese a ir perdiendo, el equipo dirigido por Pablo Molgatini aún mantenía sus chances, pero la victoria de El Porvenir ante Argentino de Merlo sepultó la ilusión del regreso a la B Metropolitana.
Con una cosecha de 51 puntos en 38 partidos disputados en la Primera C, Armenio finalizó en la décima colocación. En toda la temporada logró 12 victorias, empató en 15 ocasiones y cayó 11 veces, en un certamen en el que siempre estuvo pugnando por entrar al Reducido y muy lejos de los puestos del líder y campeón Sacachispas.
En el medio del camino, Néstor “Coqui” Ferraresi abandonó la institución tras la derrota de la fecha 24 ante Midland por 2-1 y Molgatini, proveniente de inferiores, se puso el buzo de DT. Con el nuevo entrenador, el equipo de Maschwitz solo sumó 17 puntos de 42 posibles, con una efectividad de poco más del 40%, y únicamente cuatro triunfos.
Algunos atisbos de buen fútbol con destacados rendimientos individuales hicieron imaginar que la temporada 2016/2017 podría haber sido mucho mejor que la anterior y el pronóstico falló. Deportivo Armenio no pudo ingresar al Reducido ni siquiera por la ventana, se quedó en la puerta de la clasificación y deberá seguir en la Primera C.
