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Victoria amarga. El joven nadador del CAIDE ganó en las tres competencias, pero no logró el pasaporte a Río.
El nadador matheuense ganó las tres pruebas en las que compitió en el selectivo que se disputó en el CeNARD, pero no alcanzó las marcas que necesitaba para Brasil. “De todo se aprende y de todo se sale”, reflexionó.
En el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) se realizó este fin de semana un torneo selectivo, la última chance que tenían los nadadores argentinos para conseguir un lugar en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, que se harán en septiembre para personas con capacidades diferentes.
El matheuense Amílcar Guerra (21) corrió en tres pruebas y logró ser el primero en todas: 100 metros espalda, 100 mariposa y 200 combinados, en un notable desempeño. Sin embargo, no dio las marcas requeridas para ganarse un lugar dentro de la delegación argentina que irá a competir a Brasil tras los Juegos Olímpicos.
“Este torneo quedé lejos de la marca, hice marca B en 100 mariposa y mejoré la que tenía en 100 espalda, pero en 200 combinados tenía que dar marca A y quedé lejos”, le contó a El Día de Escobar y El Deportivo Web tras el torneo en Capital Federal.
Además, el nadador del Club Independiente de Escobar (CAIDE) y de la selección nacional agradeció a quienes lo ayudaron a intentar su sueño: “No se cumplió el objetivo. Todo sirve, de todo se aprende y de todo se sale. Solo me queda agradecer a todos. Ahora, un poco de descanso y de nuevo a los entrenamientos para plantear nuevos objetivos”, expresó en las redes sociales.
Además de conseguir medallas doradas en las tres pruebas en las que participó, en el podio de la carrera de 200 metros combinados Amílcar fue premiado por el presidente del Comité Paralímpico de las Américas, José Luis Campo, y el presidente del Comité Paralímpico Argentino, José María Valladares.
Un luchador incansable que dio todo por cumplir su gran objetivo, aunque esta vez no pudo. Un ejemplo de perseverancia y dedicación que ya está pensando en sus nuevas metas, algo que lo caracterizó desde chico.
Por Javier Rubinstein
