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Más de 150 vecinos de diversos barrios de Belén de Escobar protestaron airadamente este miércoles 26 a la tarde frente a las puertas de la oficina comercial de Edenor por los cortes en el suministro de energía eléctrica. Según explicaron, hace tres días que no tienen luz y la empresa no les da ninguna respuesta.
Desde el 24 a la madrugada, un importante sector de la ciudad cabecera está sin servicio eléctrico. Los barrios La Victoria, Phillips, Donatelli, El Cementerio y otros ubicados desde la calle Los Lazaristas hacia el lado de Campana pasaron los agobiantes 45º de sensación térmica del lunes, la Nochebuena, la Navidad y lo que va del día sin luz.
Las molestias y perjuicios que esta situación genera son incuantificables. “Mi mamá perdió nueve dosis de la insulina que tenía en la heladera, le cuestan una fortuna y necesita una para cada día. Es de terror lo que tenemos que soportar”, le explicó a EL DIA de Escobar una de las mujeres que alrededor de las 14 empezaron a manifestarse frente al local de la calle Sarmiento 453. “Recién se asomó el gerente cuando le dijimos de los cortes nos respondió que no sabía nada, es un caradura”, se quejó otro vecino, de la calle Callao.
El exaltado ánimo de algunos vecinos, que golpearon con puñetazos y patadas la cortina metálica del local de Edenor, e incluso rompieron parte del vidrio de la fachada, obligó a la policía a intervenir para controlar la situación. Entre el ruido de bombos, redoblantes y cánticos, el segundo jefe distrital de la Bonaerense ofició de mediador y trató de atemperar a los manifestantes, que pasadas las 15 se retiraron del lugar sin obtener ninguna certeza sobre el por qué del corte ni cuándo volverán a tener electricidad en sus hogares.
Ya desde las primeras horas del día el clima era pesado en la oficina de Edenor, que cuando abrió las puertas tenía una cola de varias decenas de usuarios malhumorados por la interrupción del suministro. Más tarde, a medida que se fue acumulando gente, el aire se caldeó más y se generó la protesta de los vecinos, que ya se venían organizando en los barrios afectados ante la falta de explicaciones de la empresa y la insoportable repetición de los cortes, que en pleno verano son uno de los peores males posibles.
La gente aguardó poco más de una hora y se retiró sin ninguna definición sobre cuándo volverán a tener luz.
