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Apriete. En menos de una semana, los antiderechos organizaron dos escraches y anunciaron que harán más.
Militantes “provida” se manifestaron frente a las puertas de El Cantón para intimidar a la legisladora escobarense por estar a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. Además, le dejaron un mensaje en un pasacalle.
Ante el inminente tratamiento parlamentario del proyecto de ley para legalizar el aborto, las organizaciones denominadas “provida” empezaron a desplegar un plan de acción para intimidar a los diputados nacionales que están a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. Y este jueves a la tarde fue el turno de la escobarense Laura Russo.
Mientras toda la atención del país estaba puesta en el sepelio del futbolista Diego Maradona, cerca de las 17 un reducido grupo de personas se movilizó hasta la entrada al country El Cantón. Eran poco más de cincuenta, pero se hicieron notar.
Con bombos, redoblantes y animados por cánticos en contra del aborto, los militantes antiderechos entregaron volantes a los automovilistas que pasaban por la avenida de los Lagos o ingresaban al barrio cerrado donde residiría la ex esposa del intendente de Escobar. Según otras versiones, en realidad Russo está viviendo en Puertos, el megaemprendimiento urbanístico que es vecino de El Cantón.
También desplegaron un extenso pasacalle celeste con un mensaje y una de sus habituales consignas sensacionalistas: “Laura Russo, escuchá ya al pueblo. Aborto es genocidio”.
Más allá de que los manifestantes dispusieron la habilitación de un carril por cada sentido de la avenida, los vecinos que ingresaban al barrio en ese horario debieron sortear una pequeña demora por la aglomeración de vehículos llegados de diversos lugares.
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“El Congreso Nacional ya laudó sobre este tema y dijo claramente no al aborto en 2018. Pretender meter el aborto por la ventana, en 15 días, en sesiones extraordinarias, cuando claramente no encuadra en las causales establecidas en la Constitución Nacional para hacerlo, es un insulto político”, expreso uno de los asistentes que se turnaban en la conducción del evento haciendo uso de la palabra.
Consultado respecto de si continuarán con estas movilizaciones a las casas de los legisladores -el sábado pasado lo hicieron frente al domicilio del radical Facundo Suárez Lastra, en el barrio porteño de Palermo- y si considera que es un medio de expresión algo violento, afirmó: “Lo más violento es descuartizar a un humano inocente en el vientre, quitarle su derecho humano más elemental. Manifestarse para evitarlo no es violento, todo lo contrario”.
“Tenemos la firme convicción de que si esto se trata en extraordinarias, iremos a la casa de todos aquellos que voten o votaron por el aborto, el pueblo debe conocerlos y desenmascararlos”, agregó, redoblando la apuesta, a pesar del fuerte rechazo social a este tipo de metodologías de apriete público.
Otra de las asistentes se refirió a la supuesta intención de procesar judicialmente a quienes realicen este tipo de “escraches”: “Resulta imposible denunciar una manifestación. El único delito penal aquí es el aborto. Manifestarse es un derecho constitucional. No pueden prohibir a la gente expresarse”, argumentó.
Otra de las manifestantes aseguró sobre el mismo tema que “si llegaron a leer la Constitución hasta el artículo 68, invito a la diputada Russo que lea algunos artículos más y llegue al 75, que incorpora los tratados de derechos humanos que defienden la vida desde la concepción, y dejen de intentar legislación inconstitucional y contraria a la vida humana”.
Pasadas cerca de dos horas, los manifestantes dieron por concluido el reclamo y comenzaron a desconcentrarse, bajo la mirada de la fuerte presencia policial dispuesta por el Municipio.
Pañuelo verde. La diputada Russo participó de varias jornadas a favor de la legalización del aborto.
