El equipo de Maschwitz estuvo a 180 segundos de hacer historia en la Copa Argentina. Lo ganaba y parecía tenerlo bajo control. Pero el Tomba se lo dio vuelta en una ráfaga y lo dejó desconsolado.
Todo estaba dado para que Deportivo Armenio se codeara con la historia. Luego de ponerse en ventaja cuando promediaba la primera etapa, parecía que el tricolor daría el batacazo ante Godoy Cruz, en la cancha de Instituto de Córdoba, por los 32avos de final de la Copa Argentina. Pero el cuento de Cenicienta se hizo trizas en un parpadeo y terminó de la peor manera.
Así como hay boxeadores que tienen contra las cuerdas a campeones del mundo y no los pueden liquidar, al conjunto de Maschwitz la hazaña de derrotar a un equipo de primera división se le escurrió de las manos en los tres minutos de tiempo agregado.
El golazo del experimentado Cristian Ortiz, número 10 y figura del equipo, a los 26 minutos del primer tiempo, marcó la pauta de lo que fue casi todo el duelo. Con actitud, hambre de gloria y pasajes de buen fútbol, los dirigidos por José Villarreal se llevaron por delante a un tibio rival, que prácticamente no pudo hacer pie.
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Mientras los rayos del sol empezaban a esconderse detrás de las tribunas, el calvo volante ofensivo, que retornó esta temporada al barrio San Miguel, recibió una asistencia de Lautaro Montani en la puerta del área y sacó un violento zurdazo al ángulo, imposible de alcanzar para el arquero Andrés Mehring.
La solidez de la zaga central, que anuló al temible Santiago «Morro» García; los laterales que se desprendían y pasaban al ataque cada vez que podían, y Nahuel Sica cubriendo las espaldas de sus compañeros ante cada embate del Tomba, fueron la piedra fundamental para mantener al tricolor en ventaja.
Por su parte, el aporte de Ortiz, Montani y Santiago Gómez -los tres jugadores más creativos – y las buenas apariciones de Maximiliano Ortigoza permitieron que, con el correr del reloj, la hazaña estuviera cada vez más cerca.
Así, la presentación de Armenio iba camino a ser una inolvidable para las retinas del puñado de hinchas que viajaron hasta Córdoba para alentar al equipo del barrio Dan Miguel. Pero en el fútbol nada está dicho hasta el último instante. Y cuando los de Villarreal tenían prácticamente el triunfo en el bolsillo, ocurrió la debacle.
En apenas dos minutos, el ingresado Victorio Ramis tiró por la borda toda la ilusión del tricolor. A los 45′ puso la frente para igualar el marcador; y en la jugada siguiente, a los 47′, recibió una habilitación de Ángel González y definió a la red ante la impotencia de Germán Oviedo.
El desgaste de todo el trámite del partido hizo mella en el físico de los jugadores de Armenio, que terminaron sucumbiendo ante un rival tres categorías superior y no pudieron grabar su nombre en el bronce de la historia.
Ahora ya solo le queda pensar en la Primera C -está 6° con 45 puntos, a seis del líder Dock Sud- y la pelea por el ascenso. No siempre la historia de Cenicienta tiene un final feliz.
Por Alejo Porjolovsky
#CopaArgentina: A tres minutos de la hazaña: Armenio le ganaba a Godoy Cruz con un golazo de Cristian Ortiz y parecía que tenía el partido controlado. Pero el Tomba lo dio vuelta con dos tantos de Ramis a los 45' y 47' del segundo tiempo. Derrota sin consuelo para el tricolor. pic.twitter.com/a9TkaRpfE0
— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) March 23, 2019
Historia repetida
Fue la tercera vez que Armenio se enfrentó a un equipo de primera división en el marco de la Copa Argentina. La primera vez fue en 2013, cuando le tocó cruzarse con Newell’s Old Boys de Rosario, que por entonces tenía a Gerardo Martino como DT. Al igual que este sábado, en aquel partido comenzó ganando, pero el leproso lo dio vuelta y se quedó con el duelo por 2 a 1.
Dos años más tarde el rival fue Unión de Santa Fe y el resultado fue el mismo. En ambas ocasiones, pese a la derrota, el equipo de la colectividad dejó una muy buena imagen. Y parecía que la tercera sería la vencida, pero Godoy Cruz lo doy vuelta de manera agónica y dejó al tricolor desconsolado.