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Números artísticos, un museo histórico e incontables agasajos fueron parte de los festejos organizados por uno de los primeros colegios privados de Ingeniero Maschwitz.
En una mañana que quedará para el recuerdo y se inscribirá en las páginas doradas de su rica historia, el Instituto San Antonio de Padua (ISAP) celebró este lunes su 25º aniversario con un emotivo y colorido acto en Ingeniero Maschwitz.
Más de mil personas colmaron La Plata al 1200 y disfrutaron de una ceremonia que comenzó pasadas las 9 con un agasajo a las autoridades educativas y municipales presentes, y que se extendió hasta cerca de las 13 con la recorrida por el museo concebido por la propia comunidad educativa en su conjunto: objetos y fotos que, al mejor estilo línea de tiempo, retrataron a la perfección los orígenes y la evolución del colegio fundado en 1991 por la familia Gómez.
En el medio de todo eso, arriba del escenario pasó de todo y se vivieron los momentos más emotivos de la jornada. Primero, cuando la mentora del jardín de infantes con el que tímidamente vio luz el ISAP, Alejandra Gómez, fue homenajeada por sus dos hermanas, también integrantes del staff. Y luego cuando los ocho nietos de su padre y fundador del colegio, Jorge Gómez -fallecido en 2015-, les dedicaron unas sentidas palabras a sus madres y se comprometieron a continuar con el legado familiar iniciado en una vieja casa de fin de semana, despertando el aplauso cerrado de todo el público.
Entre tantos agasajos y semblanzas, las autoridades del establecimiento de enseñanza privada, uno de los pioneros de la localidad en su tipo, se encargaron de entregar diferentes obsequios a cada uno de los docentes y empleados actuales, y también a un grupo de ex alumnos que dijeron presente en representación de la primera camada de egresados del instituto.
Como si fuera poco, el concurrido y movilizante festejo ofreció además números artísticos de calidad. Por un lado, la excelsa interpretación del himno nacional argentino y del clásico “Ave María” de Schubert por parte de dos cantantes líricos del Teatro Colón: Ana Laura Siniscalco y Enrique Gibert Mella -padres de un alumno-. Mientras que el prestigioso Ballet de Arte Folclórico Argentino (BAFA), cuyo director, el reconocido Miguel Ángel Saravia, recibió una distinción, se encargó de cerrar el acto con una actuación deslumbrante.
“Uno puede dejarles muchas huellas a los alumnos, pero en realidad lo que tenemos que hacer es dejarles los pies armados para que ellos pueden dejar sus propias huellas y nosotros los podamos seguir el día de mañana. Eso para nosotros es lo más importante. Y viendo la cantidad de ex alumnos que vinieron, no tengo más palabras para explicar la felicidad y el orgullo que siento”, expresó a El Día de Escobar Alejandra Gómez, actual directora de Primaria y quien hace 25 años decidió dar vida, con el apoyo de sus padres, al Instituto San Antonio de Padua.
Del evento participaron la directora de Educación del Municipio, Diana Yacuzzi -en representación del Intendente, quien envió una carta-; la inspectora jefe de la Región 11 de DIPREGEP, Julia Deget; y los inspectores distritales de enseñanza privada de los tres niveles, entre otras autoridades.
En definitiva, se trató de un festejo más que merecido para la «gran familia» del San Antonio de Padua, porque educando con pasión, valentía y, sobre todo, con valores desde hace un cuarto de siglo, demostró que una simple casa de fin de semana se puede transformar en el hogar de más de 1200 alumnos. Y dicen que van por más. ¡Salud!