Altibajos en la velada de gala por las bodas de oro del municipio

portada Momentos emotivos y de alto nivel artístico se combinaron con una organización desprolija que derivó en un episodio tenso hasta la incomodidad.

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Emocionadísimo, Juan Ameghino recibió las distinciones para su extinto padre, el diputado provincial Edilfredo Ameghino, autor del proyecto de ley que creó el distrito.

Una velada de gala con el teatro municipal a sala casi llena le dio marco este jueves 8 al cierre de las celebraciones por el cincuentenario del partido de Escobar. El espectáculo combinó elevados puntos artísticos y momentos de emotividad con un sinfín de desprolijidades y un incómodo episodio que quedará en el anecdotario.

Durante la primera mitad de la noche se hizo un homenaje musical a cada localidad del distrito. Así, pasaron por el escenario Ricardo Leguizamón con la chacarera “Cómo has cambiado Garín”; el ballet Viene Clareando, con una coreografía sobre una canción alusiva a Maquinista Savio; Emilia Labanca cantando la “Milonga para Ingeniero Maschwitz”; el taller de danzas Proyecto de Convivencia al ritmo de “Las mariposas blancas de Matheu” (autoría de Jairo) y Facundo Mocoroa con “La Zamba de Escobar”.

Diplomas de honor

Con la misma tónica de dedicarle un segmento especial a las cinco estrellas del partido, un centenar de vecinos recibieron un diploma de honor en méritos a su notables trayectorias. Entre tanta cantidad, como suele suceder, se mezclaron nombres de ilustres escobarenses -varios ya fallecidos- con otros de dudosos merecimientos.

"Tomasito" Seminari, un nuevo notable de Belén.

«Tomasito» Seminari, un nuevo notable de Belén.

Por Belén de Escobar fueron distinguidos con este galardón Tomás Seminari, Manuel Rizzardi, Telmo Hisaki, Juan Carlos y Dora Bertolotti, Marcos Cappello, Nicolás Carusso, Amsícora Carboni, Vinicio Completa, Arsenio Cruz, Arnoldo Gnemmi, Ardemia Lali, Alberto Ranne, Salvador Rizzo, Nelly Seminari, Rulo Sergiani, Carlos Tegaldo, José Vallier, Martha Zaccardi y los ex intendentes Alberto Ferrari Marín, José Manuel Casanova y Oscar Larghi, entre otros.

Por Garín: Ernesto Poggi, Elena Cigliutti, Julio Díaz, Juan Roberto Arias, Eugenio Bozzano, Juan Churich, Ema Dupuy y Enrique Testa.

Por Ingeniero Maschwitz: Carlos Fangio, Antonio Zucarelli, Mabel y Susana Fernández, Néstor Legaria, Humberto “Coco” López, Héctor Medina, Silvio Moyo, Enrique Ruso, Ana Ribera, Juan Gastalski y Angela Pahor.

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Carlos Fangio se golpea el pecho de orgullo.

Jorge Selva, José Ferreira y Pedro Nieto fueron los homenajeados de Maquinista Savio, en tanto que Atilano Ruiz, Gianfranca Giannini de Sangalli, Abel Fernández, Enrique Iglesias, María Inés Nazarre, Alberto Palomeque y Angel Rossi recibieron la distinción de notables de Matheu.

Como la lista era aún más larga que la mencionada, en la velada sólo se entregaron simbólicamente algunos diplomas, cuyos destinatarios, en la mayoría de los casos, los recibieron emocionados hasta las lágrimas. Para esto, el intendente Sandro Guzmán estuvo acompañado por distintos referentes políticos de cada localidad. A saber: el senador provincial electo Roberto Costa (Belén), el diputado nacional Jorge Landau (Ingeniero Maschwitz), el presidente del Concejo Deliberante, Elio Miranda (Matheu); el secretario de ese mismo cuerpo, José María Rognone (Savio) y la concejal Mónica Bono (Garín).

La segunda mitad de la noche estuvo protagonizada por el conservatorio Arte Musas, cuyos alumnos y profesores ofrecieron un repertorio que se interrumpió abruptamente y generó un incómodo momento de tensión en la sala (ver “Arte Musas dio la nota”). En este segmento, los aplausos más fuertes fueron para Federico Pecchia (Garín) y Emiliano Colta (Maschwitz), quienes interpretaron a dúo dos hermosas canciones.

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Emiliano Colta y Federico Pecchia: buen dúo.

Ya bordeando la medianoche se rindió un homenaje a los miembros de la Comisión Popular Pro Creación del Partido de Escobar. Y el intendente Guzmán pronunció un breve discurso en el que convocó a la comunidad a colaborar desde las instituciones y los barrios para convertir a la capital nacional de la flor en “uno de los distritos más importantes de la provincia”.

El cierre estuvo a cargo de Los Quilla Huasi, que no habían sido anunciados en el programa de la velada y con cuyas melodías se bajó el telón de una celebración más bien moderada, donde el entusiasmo y el fervor gritaron ausente. A cambio, los reencuentros entre algunas históricas familias del distrito constituyeron uno de los aspectos más emotivos de la jornada. Y la conclusión es que, a sus 50 años, Escobar enfrenta ahora un nuevo desafío: darse el mejor futuro posible. Lograrlo será una epopeya comparable a la de su nacimiento.

Arte Musas dio la nota

Organizado con muy poca antelación, el evento en el teatro Seminari abundó en desprolijidades e improvisaciones similares a las que se vivieron durante la mañana. En ese contexto, el peor resultado quedó expuesto a la vista de todo el público.

Cuando los alumnos y profesores de Arte Musas ya llevaban un largo rato en el escenario, la directora del instituto, Romina Vergani, estalló de indignación por tener que darle un repentino corte a los números que se habían programado. Sin dejar de agradecer la invitación a participar de la gala, Vergani manifestó públicamente su disgusto por esta situación y lamentó que algunos jóvenes se hayan preparado entusiastamente para la ocasión en vano.

Sus palabras tensaron el ambiente a tal punto que el jefe de Gabinete, Walter Blanco, abandonó apresurado su butaca de la primera fila para irrumpir en el escenario y autorizar a que el conservatorio completara su presentación. Ante este cambio de planes, el conductor de la velada, Andrés Lamagni, invitó una y otra vez a Vergani a que se haga presente sobre las tablas. Pero la directora de Arte Musas prefirió quedarse masticando bronca en los camarines.

El episodio adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que Romina Vergani es hermana de la directora general de Gestión Pública, Gisela Vergani, y -lo que es más importante- que el instituto recibe una subvención municipal de diez mil pesos mensuales en concepto de becas.

Entre los organizadores se asumió la culpa de no haber previsto adecuadamente la programación, aunque ni el más comprensivo justificó la actitud de Vergani, que le puso una nota de color -más bien oscuro- a los últimos minutos del cincuentenario.

Jorge Landau, Walter Blanco, Sebastián Rey, Sandro Guzmán, Elio Miranda y Roberto Costa se fotografiaron juntos al término de la velada.

Jorge Landau, Walter Blanco, Sebastián Rey, Sandro Guzmán, Elio Miranda y Roberto Costa se fotografiaron juntos al término de la velada.

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