La familia de la flamante madre llamó al cuartel para solicitar ayuda porque no se sentía bien. Pero la intervención de los servidores públicos le dio una feliz resolución a esta historia, que tuvo lugar en el barrio Garín Oeste.
Apagar incendios o socorrer a víctimas de accidentes de tránsito son quizás las tareas más conocidas de los bomberos voluntarios, pero ni por asomo son las únicas. Rescatar gatos de árboles altos, ayudar a quienes no pueden sacarse un añillo o extraer panales de abeja son algunas de las curiosas misiones por las que muchas veces son requeridos. En Garín, por ejemplo, debieron acudir a un domicilio para asistir a una mujer que acababa de dar a luz.
El no tan singular episodio ocurrió este lunes a la tarde, cuando en el cuartel central recibieron una llamada telefónica dando cuenta de una mujer que acababa de dar a luz y no se sentía bien. Sin más información, un móvil salió de inmediato al domicilio, sito en España al 800, casi Centenario, en el barrio Garín Oeste.
Cuando llegaron y entraron a la vivienda, se encontraron con una mujer que tenía en sus brazos a una hermosa beba recién nacida. De hecho, todavía tenía el cordón umbilical.
El grupo que llegó a cargo del ayudante mayor Matías Schiaritti se hizo cargo de la situación y con gran destreza, de horas y horas de entrenamiento, atendió a la parturienta y a su beba y la trasladaron a la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) de la localidad.
“El final de la historia, que recién comienza para esta familia, fue feliz. La mamá y su hija están bien, atendidas en la UDP, y los servidores públicos con el corazón lleno por el deber cumplido”, publicó el periódico El Garinense.
Un hecho que sin dudas quedará grabado para siempre en la vida de esta familia y también en los bomberos que tuvieron la posibilidad de asistirla en un momento tan especial.
Fotos: Cortesía El Garinense