El emotivo adiós de su nieto a la docente Ivonne “Beba” Costa

“Hoy nos toca despedirte, con el dolor y la certeza de una pérdida insustituible, pero también con la alegría y el privilegio de haberte podido conocer y acompañar en estos últimos momentos tan delicados”

lunes 05 febrero, 2024

Hoy cantarán los ángeles en el cielo.

Nos dejaste para siempre en un día tan luminoso y agradable como tu presencia.

Madre, esposa, abuela, maestra, pianista y profesora de música, hiciste que miles de niños y jóvenes tuvieran la oportunidad de contagiar alegría y fe a través de las memorables interpretaciones de tus coros.

Profesora entrañable de muchas escuelas y sobre todo del colegio Belgrano, recordaré siempre cuando me contabas que empezaste a dar clases allí «ad honorem» por alrededor de un año, con el sueño y la esperanza de que pudiera existir un colegio secundario de calidad en Escobar, hace ya más de 66 años. Tenías alrededor de 20 años y ya empezabas a hacer de la generosidad toda una filosofía de vida.

Fuimos miles tus alumnos de música y siempre admiré la capacidad que tenías para hacer llegar la alegría de las canciones a todos, ya que el único requisito para estar en tu coro era querer cantar, y fue una experiencia inolvidable para muchas generaciones.

Preparabas cada Misa de fin de año con un esmero y un detalle tan increíble que el resultado no podía ser otro: emoción y gratitud a raudales.

Cuidaste de tu familia de la única manera que sabías hacerlo, con la mejor predisposición y todo el amor del que fuiste capaz.

Fuiste querida y adorada por todos, hasta por muchos de mis amigos y de mis hermanos, quienes sabían que compartir un cumpleaños con nosotros era sinónimo de comer las tortas y postres «más ricos del mundo», como una vez alguien supo decirme.

Hoy nos toca despedirte, con el dolor y la certeza de una pérdida insustituible, pero también con la alegría y el privilegio de haberte podido conocer y acompañar en estos últimos momentos tan delicados.

Me da mucha paz saber que cosechaste con creces mucho más de lo que sembraste.

Nos llevamos para siempre tu alegría, tu dulzura, tus enseñanzas y el mejor ejemplo de todos, que fue el de predicar mucho más con las obras que con las palabras.

Adiós, que sea A-Dios, a sus brazos, a ese rincón de magia que seguramente Él guardará para los seres de luz como vos. No tengo dudas que hoy hay fiesta en el cielo y el coro de ángeles ya te tiene, querida Beba, como su directora inmortal…

Gustavo Francisco Lemme (Belén de Escobar)